¿Qué hay detrás de las recientes protestas sociales?

Ya lo decíamos; dentro del grueso de la protesta social que hoy se vive en Perú, existe un trasfondo justo y concreto que parte de un malestar generalizado por la crisis socioeconómica que seguimos padeciendo; pero también hay un manejo interesado desde la derecha recalcitrante de siempre que busca no la solución al clamor popular sino usar a la masa como carne de cañón para seguir imponiendo su propia agenda reaccionaria.

Quienes conocemos de cerca o desde adentro la dinámica de una movilización social, entendemos un poco las posibilidades y limitaciones del pueblo en marcha. Una protesta erigida en Paro Nacional o Huelga General crea su propio espiral de acción, coordinación, defensa y solidaridad. Los conatos o desbordes de violencia se intentan canalizar hacia la conquista de la demanda por el bien común; nada tienen que ver con saqueos coordinados afectando a mercados populares o a negocios de barrio.

Y no es que nos asuste la violencia social y pidamos «¡policía y mano dura contra los vándalos!», sino que podemos y debemos diferenciar un pueblo corajudo respecto de simples esbirros e infiltrados a sueldo. El desborde popular existe como hecho objetivo pero también están las manipulaciones y «aparateos» como elementos subjetivos.

Allí está la fujimorista Marta Moyano azuzando temerariamente a los camioneros a bloquear las carreteras y generar caos, allí están las cucarachas de «La Resistencia» rompiendo y robando dentro de la manifestación, allí están los dirigentes apristas metiendo su verborrea anticomunista en las marchas en provincia, allí está la prensa neoliberal que curiosamente esta vez no llama «terroristas delincuentes» a los movilizados pues prefiere poner titulares como «el Perú protesta». Allí están las bancadas de ultraderecha que arman psicosociales con el alza en los precios del combustible y los alimentos.

Abordemos cada periodo de convulsión social con criterio político y militante, fuera de idealismos y/o romantizaciones.

El TC le abre la puerta a Fujimori y a la injusticia

El Tribunal Constitucional declaró fundado el habeas corpus presentado contra la sentencia que anuló el indulto a Alberto Fujimori. Es decir, le restituyen el insulto y queda libre.

La votación fue 3-3. Ernesto Blume, José Luis Sardón y Augusto Ferrero votaron a favor; mientras que Eloy Espinoza-Saldaña, Marianella Ledesma y Manuel Miranda lo hicieron en contra. Cabe señalar que Ferrero fue quien utilizó su voto dirimente a favor de liberar al exdictador Fujimori.

En conclusión, el TC beneficia tremendamente a un exdictador, ignorando el derecho internacional que prohíbe cualquier beneficio para condenados por crímenes de lesa humanidad. Además, esta institución pisotea la memoria de todos los perseguidos, torturados, desaparecidos y asesinasos durante el fujimorato, y lo hacen en plena crisis sociopolítica con los ánimos crispados y la tremenda inestabilidad que se vive actualmente a nivel nacional.

¿Y qué dice el gobierno? Recordemos que el actual Presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, declaró en noviembre del año pasado (cuando era ministro de Justicia) que: «Es posible pensar en un indulto humanitario para el reo Alberto Fujimori, siempre y cuando, su estado de salud empeore. (…) La situación de estado de salud del expresidente Alberto Fujimori, que ha cometido delitos gravísimos (…) ha empeorado, me parece, considerablemente». Es decir…

¿Y si Castillo no es lo que creemos que es?

¿Y si todo lo que está haciendo Castillo fuera parte de un buen plan del comunismo internacional? ¿Y si lo que busca (al nombrar como Premier a Valer y luego abrazarse con Bolsonaro) es agudizar las contradicciones y provocar un estallido social? ¿Y si está desarrollando la tesis leninista de un paso adelante, dos pasos atrás? ¿Y si planeaba dentro de poco aplicar el gran salto hacia adelante como en la China de Mao?

¿Y si en realidad es un alto cuadro teórico comunista, experto en el combate político y la guerra de guerrillas, pero que disfraza su táctica para no levantar sospechas? ¿Y si es un agudo gramsciano que busca revertir la hegemonía cultural de la superestructura que hoy nos domina? ¿Y si es un valiente espartaquista luxemburguiano que detesta a la socialdemocracia reformista?

¿Y si solamente nos hace creer que es un inepto monigote para que el enemigo no se dé cuenta de que en las montañas ya está formando su glorioso ejército rojo que combatirá del campo a la ciudad? ¿Y si Castillo es un avispado revolucionario que entiende que la lucha de clases atraviesa periodos de convulsión hasta lograr el equilibrio estratégico? ¿Y si está desarrollando su tesis de infiltración a las altas esferas de la gran burguesía y la oligarquía para destruirlas desde adentro? ¿Y si le abre las puertas al fascismo solamente para engañarlo y aniquilarlo con sus propias manos? ¿Y qué tal si todo esto es parte de un proyecto diseñado por la inteligencia cubana con asesores de la ex KGB?

¿Y si Castillo es un erudito hegeliano que nos está diciendo que el Estado representa el estadío último de desarrollo del Espíritu objetivo? ¿Y si busca avanzar hacia tesis bakuninistas demostrando que en realidad el Estado es una maquinaria al servicio de la clase dominante, por lo tanto urge abolirla? ¿Y si nos está diciendo que gobierne quien gobierne, la clase trabajadora siempre perderá y que es mejor abandonar las ilusiones democrático burguesas y el cretinismo parlamentario para abrazar la acción directa de masas y la lucha armada? ¿Y si, salvo Castillo, todo es ilusión?

No seamos mal pensados y dejemos trabajar al «compañero presidente», por favor.

Un saltimbanqui a la cabeza de la PCM

Pedro Castillo acaba de nombrar Primer Ministro a Héctor Valer Pinto… ¿Y quién es este compadre?

Estuvo afiliado nada menos que al Partido Aprista Peruano donde fue Sub-Secretario de Organización y luego Secretario Nacional de Organizaciones Agrarias y Campesinas, hasta su renuncia en 2010.

Posteriormente, en las elecciones regionales y municipales del 2014 fue candidato a la Presidencia Regional de Lima por Unión Por el Perú, pero no le resultó. Cuatro años más tarde, fue nuevamente candidato al mismo cargo, esta vez por Perú Nación, y tampoco la hizo.

Luego, en las elecciones generales del 2021, Valer fue elegido congresista por el ultraderechista Renovación Popular. A poco de haber entrado al Parlamento, fue separado del partido liderado por Rafael López Aliaga. Tras esto, Valer anunció la creación de su Bancada Liberal para el periodo 2021-2026, pero luego dijo que no se daría. Inmediatamente se unió a la bancada Somos Perú-Partido Morado.

En enero último, hizo pública su renuncia a Somos Perú y comunicó la creación del nuevo grupo parlamentario Perú Democrático (junto a excongresistas de Perú Libre).

¡Qué tal saltimbanqui! ¿Por su pasado los conoceréis?

¿Castillo con los enemigos en casa?

Tendremos un tercer gabinete ministerial en menos de seis meses de iniciado un gobierno (¿será un récord histórico?). Tenemos pedidos de vacancia, cada cinco minutos, por parte de la derecha golpista. Tenemos un Ejecutivo entrampado y autodestructivo (por decir lo menos). Tenemos un Parlamento acechando vilmente y jugando al máximo desgaste contra un Castillo que se esfuerza en darles argumentos a sus enemigos.

Tenemos una campaña mediática demoledora (nacional e internacional) empeñada ya no por petardear únicamente a Castillo, sino por desprestigiar cualquier viso de izquierda en una administración pública. Hay claramente una intencionalidad ideológica por destruir cualquier noción mínima de crítica al neoliberalismo.

Hoy, la derecha tiene más de un escenario posible para el post-Castillo. Lo están acercando y lo asfixian. Le imponen agendas y círculos políticos cercanos pero ajenos. Sus enemigos ahora vienen de varios frentes (y hacen causa común, pese a sus matices). Y desde sus asesores presidenciales parece no haber respuesta clara y contundente. ¿Por qué? ¿Porque no pueden, porque no saben o porque no quieren?

Una contaminación más, ¿qué importa?

El derrame de 6 mil barriles de petróleo de Repsol en Ventanilla (Lima) es mucho más grave de lo que parece o de lo que los medios masivos intentan maquillar.

Si bien la Fiscalía ya abrió una investigación a los representantes legales de la Refinería La Pampilla, por el presunto delito de contaminación ambiental que está afectando unos 18 mil m2 de las playas chalacas (luego de la irresponsabilidad criminal ocurida en el terminal multiboyas N°2 de dicha refinería), hay que ver si el proceso determina una verdadera sanción vinculante contra la transnacional petrolera, empezando por la revisión y/o anulación de contratos entre el Estado peruano y Repsol.

Y al atentado medioambiental (ecocidio) hay que agregarle la afectación laboral que esto acarrea. El presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón, Abelardo Chiroque, advirtió que más de 800 trabajadores de su sector se han quedado sin ingresos económicos debido al derrame de petróleo que ya afectó a las doce playas de la jurisdicción (ocho kilómetros de litoral, ya que la corriente de Ventanilla, el lugar más perjudicado, trae el petróleo hacia a Ancón, afectando las playas San Francisco, Playa Hermosa, Los Enanos, Miranorte, entre otras).

Mientras tanto, la responsabilidad empresarial sigue siendo evadida con excusas miserables o «asumiendo la solución» enviando a personal sin preparación ni equipos adecuados a limpiar las playas, ante las cámaras de una prensa parcializada y complaciente con los verdaderos culpables.

Los comentarios y «razonamientos» de los corifeos de la derecha sobre este grave daño al ecosistema, son tema aparte. «Se ve feo, pero se limpia y ya», dicen balbuceantes mientras desayunan, almuerzan y cenan los dólares del gran capital desarrollista que no entiende de «pérdidas humanas, animales o medioambientales», sino únicamente de déficit, cifras y datos de macroeconomía.

La respuesta que está dando el Gobierno de Castillo al crimen medioambiental de Repsol Perú, bien podría haberlo dado Sagasti, Vizcarra, Kuczynski, Humala, García, Toledo o hasta Fujimori. Da igual.

Es la misma sumisión al poder transnacional que impone su agenda extractivista y desarrollista por encima de los protocolos medioambientales o incluso los marcos legales.

¿Y la sanción ejemplar a esta corporación española? ¿Y la exigencia del plan de contingencia ante estos desastres criminales? ¿Y el respeto a la soberanía nacional y popular? Nada. Solo canastas de víveres a los afectados, llamadas de atención a los responsables, equipo humano mínimo y sin maquinaria o tecnología acorde a la catástrofe, voluntariado juvenil bienintencionado pero ínfimo ante tal magnitud, PCM y Congreso mudos o mirándose al ombligo. Así estamos.

¡Desastre ecológico en Ventanilla, Lima!

Derrame de petróleo el día 15 de enero 2022, producto de una negligencia compartida por las autoridades peruanas y la Refinería La Pampilla a cargo de la empresa Repsol Perú. Hasta la fecha, no sabemos el volumen de petróleo vertido, pero aves y mamíferos empetrolados yacen muertos o moribundos en las playas. La información de prensa sostiene que se realizaron maniobras de descarga/carga de petroleo el día del oleaje anómalo producto de la erupción volcánica en Tonga. Este hecho fue subestimado por el sistema de alerta de tsunamis en el Perú.

Los daños ecológicos son irreversibles. Plankton, muy muy, cangrejos, pulpos, peces, aves y mamíferos. Todos perjudicados. Mientras mas demoren en limpiar (hasta hoy ningun plan de contingencia) mayores los daños porque el petróleo se extiende con las mareas y corrientes.

En redes hemos observado muchas personas con la iniciativa de rescatar a las aves y lobos marinos varados en las playas. Gran gesto e iniciativa, tenemos que hacer lo que podamos, lo que está a nuestro alcance para mitigar nuestros errores como sociedad. Sin embargo, la solución es más compleja de lo que creemos. Necesitamos centros de rehabilitación de animales empetrolados urgentemente. No existe alguno en el país. Expongo el caso de las aves marinas, ya que tuve la ocasión de ser voluntario en SANCCOB saves seabirds en Sudáfrica muchos años atrás. Cuando hay un derrame, se habilita una alarma de emergencia que se activa a pocas horas del derrame. Voluntarios entrenados acuden a las playas para reunir y trasladar a las aves empetroladas al CENTRO DE REHABILITACION en donde hay un staff de biólogos, veterinarios, voluntarios, etc. Los animales son inspeccionandos y lavados múltiples veces con un detergente especial que disuelve el petróleo. Los enjuagues son de agua fría y tibia, se secan las plumas, las aves son alimentadas, abrigadas, inspeccionadas, analizadas y finalmente devueltas después de varias semanas en rehab. No sólo son dañadas las plumas, sino hay ingesta del hidrocarburo. Las plumas son vitales para las aves pues las aislan del medio externo, imprescindibles para el vuelo o buceo y para el cortejo. Lavarlas sin el cuidado necesario puede ser contraproducente.

Lo que ha ocurrido en Ventanilla no es un accidente, es una negligencia. Como sociedad debemos exigir sanciones drásticas para los responsables. No nos interesa que se les multe con 30,000 UIT. Lo que nos interesa es que se les exija a construir, instalar y operar un centro de rehabilitación para fauna marina empetrolada permanente en base a ejemplos en otras partes del mundo como Sudáfrica, Brasil o Estados Unidos.

Los derrames volverán a ocurrir y debemos estar preparados.

Fuente: Unidad de Investigación de Ecosistemas Marinos – Grupo Aves Marinas

Foto: Javier Quiñones IMARPE

A un año del trágico 14N: ¡Justicia, memoria y organización!

Se cumple un año de la dramática y trágica jornada del 14N que significó la muerte de dos hermanos de lucha (Inti y Bryan) y la consecuente caída del espurio régimen de Manuel Merino (aunque aún está pendiente el juicio y sanción a los responsables de estos crímenes de Estado).

Recordemos que aquella semana de combatividad mostró una positiva proliferación de movilizaciones populares en todo el país (con varios puntos de convocatorias en barrios y regiones), aumentando por miles la gente que se sumaba a las protestas, visibilizando el hartazgo hacia el sistema político en nuestro país, mostrando cierto criterio mínimo de consciencia social, reclamando plazas y calles para el pueblo, con participación masiva de sectores normalmente despolitizados, etc.

Pero hace un año, como ahora, faltaban profundizar los procesos de discusión política en asambleas y organizaciones sociales para definir puntos básicos en busca de una salida popular a la crisis que aún perdura. Faltó ahondar en las demandas de los sectores de base que no secundaban las consignas liberales (o socialdemócratas, en el mejor de los casos). Se debió incidir en el desarrollo de una alternativa genuina que priorice las demandas de la clase trabajadora y los movimientos sociales antes que la defensa a una institucionalidad ficticia y reaccionaria (dicotomía legislativo-ejecutivo). Faltó argumentar con criterio de masas cómo se puede y debe levantar la propuesta de Asamblea Constituyente (popular y plurinacional), y se debió tomar en cuenta el pulso real de la movilización de entonces para forzar la caída de esta Constitución fujimorista.

A un año de ese fugaz proceso, vemos que gran parte del descontento popular no se canalizó de forma viable, pues solo consiguió una temporal válvula de escape con la victoria de Castillo, que con el paso de los meses se torna nebuloso y entrampado. Queda claro que, como siempre, estuvo bueno el activismo y las marchas permanentes, pero que si no apuntan a una construcción orgánica inmediata y un norte histórico claro de acumulación de fuerzas y quiebres transversales, solo serán golondrinas pasajeras que no pudieron hacer el verano.

Decolonizar el pensamiento e internacionalizar la solidaridad

Por un lado está el colonialismo occidental y su imposición sociocultural del pensamiento único, funcional al supremacismo oscurantista que niega el imaginario ancestral, buscando lógicas elitistas y reaccionarias. Y por otro lado está la tergiversación de los saberes autóctonos que —bajo intereses o lecturas sesgadas— deviene en chauvinismos recalcitrantes o nacionalismos obtusos de revanchismo estéril.

Ni lo uno ni lo otro. Nos corresponde la reconstrucción de nuestras identidades originarias conectadas con la diversidad cultural que se prolonga en todo el mundo. Nos corresponde la destrucción frontal de toda idolatría irracional venga de donde venga. Ni colonizaciones sangrientas, ni neoliberalismos salvajes, ni imperalismos genocidas. Tampoco xenofobias delirantes, ni vulgares patrioterismos, ni mesianismos idealistas.

Urge reordenar una batalla cultural para descolonizar pensamientos y apuestas dominantes. Urge reapropiarse de los espacios públicos para erradicar todo rastro de violencia imperial puesto en nombre de calles o plazas. Urge visibilizar a quienes combatieron la imposición y murieron para vivir eternamente. Urge volver a la tierra no para romantizarla inútilmente, sino para fijar posición clara en el fragor de los tiempos modernos. Urge la construcción de un internacionalismo solidario que contemple la potencialidad de cada pueblo, de cada región y de cada cultura.