La desinformación que puede matar

Una cosa es criticar al gobierno de turno y cuestionar sus políticas públicas o sus acuerdos comerciales (aceptado por la propia democracia burguesa) y otra muy diferente es convertir a un medio de comunicación en una trinchera de la desinformación brutal y negacionismo intransigente.

Lo que hace Berto Ortiz es infundir pánico colectivo a partir de una grosera desinformación con datos tergiversados y realidades falseadas. Claramente hay un afán corporativo con cálculo político detrás del ataque sistemático. Willax se ha convertido en una madriguera de ultraderecha que cual mono con metralleta dispara a discreción sin reparos ni ética.

Necesitamos más informes científicos, argumentados por técnicos y profesionales en la materia (médicos, biólogos, genetistas, etc.) y no «interpretados» por voceros del conservadurismo reaccionario. Es urgente acabar con las especulaciones sobre salud pública y vacunación masiva. La crisis nacional (socioeconómica y sanitaria) ya es demasiado grande como para agregarle insumos de miedo y falsedad.