Lo mató la policía

Desde el poder pretenden maquillar burdamente el asesinato del compañero Víctor Santisteban Yacsavilca (disparo a la cabeza). A pesar de las evidencias (videocámaras públicas, testimonios de testigos directos, fotografías, certificado de necropsia, etc.) nos quieren decir que no fue un proyectil policial, sino probablemente una piedra lanzada por algún «revoltoso».

El certificado de necropsia indica que Víctor Santisteban Yacsavilca muere por contusión y laceración encefálica, fractura craneal y traumatismo craneoencefálico severo; y que el agente causante fue un elemento contundente duro.Si nos remitimos al vídeo y los testimonios de los brigadistas que lo auxiliaron, las lesiones y el diagnóstico de la muerte, son compatibles con el disparo de una bomba lacrimógena a corta distancia (objeto contundente duro).

Y esto no es nuevo. Ya en otras publicaciones comentábamos la táctica policial de dispararnos al cuerpo (ejecución horizontal y directa, no hacia al aire y en curva), generando laceraciones y hasta fracturas corporales. Esta vez hubo un saldo mortal (ya se habla de otras muertes más entre ayer y hoy por la misma causa) por impacto directo en la cabeza.

Cierta prensa corporativa, opinólogos de derecha y hasta un nuevo comunicado de EsSalud, tratan de trastocar la realidad y decir que la muerte no fue como lo vimos en el vídeo, sino como ellos dicen que fue.