Un violento incidente sacudió la noche del último viernes a la urbanización San Hilarión, en San Juan de Lurigancho (SJL), cuando un suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP), presuntamente en estado de ebriedad, desató una balacera contra un mototaxista por un simple desacuerdo en el pago de un pasaje de S/3.00. El suboficial de tercera Cristian Ancalla Cárdenas (26), quien llevaba consigo su arma de reglamento, se convirtió en el atacante en el Jirón Las Celedonias, un lugar que se transformó en escenario de un intento de homicidio que aterrorizó a los vecinos. La agresión expone una grave falta a la disciplina policial y la necesidad urgente de sanear las filas de la institución.
La víctima fue un estudiante universitario de 24 años que se ganaba la vida como mototaxista en el distrito. Según su testimonio a Latina Noticias, el agente lo llevó hasta el lugar, pero al requerir el pago, Ancalla Cárdenas regresó con el arma en la mano. El joven, que suplicó por su vida, narró los momentos de terror: el suboficial le rastrilló la pistola en la cara y jaló el gatillo; afortunadamente, el disparo no salió. Pese a que el joven pedía clemencia, testigos afirmaron que el policía disparó hasta cinco veces mientras la víctima intentaba protegerse. Este acto de violencia desmedida por una tarifa mínima puso en riesgo la vida de un trabajador y generó un pánico colectivo en la zona.
Me dijo: ‘no te voy a pagar nada, perro, no te voy a pagar nada’ (…) Me rastrilla la pistola en la cara y jala el gatillo, pero gracias a Dios la bala no salió”, detalló la víctima.
El atacante, Cristian Ancalla Cárdenas, fue arrestado por sus propios colegas de la DEPINCRI del distrito. La detención, sin embargo, ha generado controversia, pues el abogado del mototaxista cuestionó que el dosaje etílico y la prueba de absorción atómica no se realizaran de inmediato, sino varias horas después. Esta demora, según la defensa, podría haber alterado la evidencia crucial sobre el estado de ebriedad del suboficial al momento del ataque, sugiriendo una posible irregularidad en el procedimiento por parte de la propia policía. Ancalla Cárdenas permanece detenido mientras la Fiscalía y la Inspectoría de la PNP investigan el intento de homicidio.