Contra la pedofilia y sus encubridores

Se ha dado un nuevo caso de secuestro y violación contra una niña en Perú. Otra vez nos indignamos hasta la médula, maldecimos e insultamos al miserable Juan Antonio Enriquez García, quien perpetró este crimen (y a quien con justa razón desearíamos ajusticiar con nuestras propias manos). Nuevamente es noticia central por unos días. Volvemos a consternarnos y a buscar explicaciones del porqué de este caso. Y dentro de poco, esto volverá a ser parte de las crudas estadísticas que certifican que sí vivimos en un país de violadores, en un país pedófilo e inseguro. En breve será solo un caso más y listo.

Pero el problema es mucho mayor. Es urgente el combate frontal a todo viso de pedofilia, venga de donde venga. Es imprescindible la visibilización del factor misógino que posibilita una violación y luego lo normaliza con excusas criminales («ella lo provocó», «no debió caminar sola», «su mamá no la cuidó», «aparentaba de más edad», «no debió vestirse así», «no me di cuenta de lo que hacía», etc.). Es impostergable la denuncia a toda red visible o encubierta de trata de niños y niñas, así como a los malnacidos que venden y consumen material pedófilo, y a las instituciones públicas (comisarías, Poder Judicial, etc.) que muestran indiferencia ante denuncias como estas o incluso revictimizan a la agredidas con «argumentos» absurdos.

Y dejemos de pensar que un violador es un simple monstruo que podría vivir lejos de nosotros y nosotras, que es un ser extraño que aparece con cierta periodicidad, que es un simple enfermo que necesita comprensión… Un violador es un ser pensante y consciente de su vileza. Un violador puede ser un taxista, un vecino, el hermano o el propio padre, un primo o el tío, el cura o el profesor, un colega del trabajo o un compañero militante

Colombia aprobó cadena perpetua a violadores de niños

El congreso colombiano reformó el artículo 34 de su Constitución Política para que una de las condenas que los jueces puedan aplicar la pena de prisión perpetua a violadores de niños

Una de las características de este proyecto es que la cadena perpetua sea una sanción excepcional.

Al principio del tránsito de esta iniciativa por el Capitolio se entendía que esta sanción se les aplicaría a todos los culpables de delitos sexuales contra los menores de edad, pero esto cambió durante el trámite. Se aprobó que la pena de prisión perpetua se aplique solo en los casos en los que se reúnan diferentes conductas que agraven la agresión sexual contra un niño.

Por tanto, cada juez deberá valorar las circunstancias en las que sucedieron los hechos y, si es del caso, emitir una cadena perpetua.

FUENTE | EL TIEMPO