Una leyenda en San Juan de Lurigancho: Tony Perejil

Qué niño no se muere por ir a un circo, a ese mundo mágico de personajes impensables; y es que, en los últimos años, el circo ha cobrado una producción increíble.

Debo precisar: el circo con maestros en ese arte, no aquella huachafada que contrata estrellas de televisión para terminar luciendo un espectáculo mediocre.

Sin embargo, algo queda en mi niñez como un símbolo del barrio y la palomillada, y es ese circo de “la pampita”, al costado del mercado, ese de la carpa con retazos, ese circo que lucía un nombre imborrable, el circo de nuestro vecino José Álvarez Vélez, y qué niño o familia de San Juan de Lurigancho, entre aquellos años 70 y 80 no ha pisado el circo Tony Perejil, el circo de los pobres.

Y es que el 25 de mayo de 1987, los diarios limeños cubrieron la noticia del fallecimiento del bufón más reconocido en los barrios de Lima, es por ello que el día del payaso peruano tiene como fecha este triste acontecimiento.

José Álvarez nació en Arequipa el año 1923 y desde pequeño lo emocionó la idea de trabajar en un circo, y ya en los años 30 empezó a trabajar en el circo del “Capitán Paz”, en cuyo mundo aprendió todas las artes circenses prefiriendo la del payaso y auto denominándose como Perejil por la chapa que su mamá le puso cuando era pequeño.

Así cubrió la noticia la prensa nacional

Su vida transcurrió en la industria de la carpa grande trabajando con los mejores, y una vez instalado en Lima y con 11 hijos que lo acompañaban, inició el sueño del circo propio. Su primera instalación fue en la zona de Cantagallo y luego en Caja de Agua, lugar donde estuvo su circo funcionó por muchos años.

Sin duda, Perejil tenía algo especial; no solo era el payaso favorito de los barrios pobres de Lima, él brindaba funciones gratuitas en hospitales y acudía a cualquier evento solidario al que se le convocaba.

Una de las pocas imágenes dónde Tony Perejil luce triste ante la tumba de su madre

Ese carácter le permitió codearse con grandes figuras internacionales que llegaban en temporadas y, así, tenía uno de los pocos circos que se deba el lujo de presentar a artistas extranjeros y figuras del ambiente artístico limeño y, lo juro, vi cantar a Guiller su renombrado tema el rey de las cantinas.

Siempre valía la pena esperar y tragarse la música que amenizaba las previas de la función, siempre los mambos de Dámaso Pérez Prado o la mágica guitarra de los Belking’s, y los tres pitazos de ley para empezar, ese mundo era el Perejil de sueños, qué recuerdos que al volver a la mente nos arrancan una feliz sonrisa. ¡Feliz día del payaso peruano!

Este artículo es de Julio Abanto, de mayo del 2016, extraído del blog: ruricanchomilenario.blogspot.com con el título “Recordando a Tony Perejil”

Los antiguos caminos de San Juan de Lurigancho

El Instituto Cultural Ruricancho en un nuevo episodio de su programa “Te paso el dato” nos cuenta la historia de los antiguos caminos prehispánicos que existieron en San Juan de Lurigancho.

El arqueólogo Julio Abanto, en una amena presentación, nos indica información importante sobre las secciones del camino antiguo que aún resisten en nuestros tiempos.

Estos caminos también se unieron a la red vial del Qhapaq Ñan.

Vídeo: Instituto Cultural Ruricancho

NOTAS RELACIONADAS

La historia de las cruces de mayo de San Juan de Lurigancho

El Instituto Cultural Ruricancho que por varios años viene investigando la historia y arqueología de San Juan de Lurigancho nos proporciona información importante del distrito.

Este nuevo vídeo tiene como contenido la historia de las cruces de mayo de San Juan de Lurigancho, las tradiciones que existen y continúan siendo importantes para los vecinos.

Video: Facebook Ruricancho

https://www.facebook.com/ruricanchoic/videos/244513636889125/

¿Sabes la historia de esta foto de San Juan de Lurigancho?

El Instituto Cultural Ruricancho devela varios de los misterios que existe sobre una foto que anda circulando por las redes sociales que fue tomada antes de la fundación del distrito de San Juan de Lurigancho.

¿Quiénes participaron en la toma fotográfica?¿La foto es a colores?¿Dónde fue tomada la foto?.

El arqueólogo Julio Abanto se encarga de responder todas estas preguntas, dirigiendose a las fuentes mismas y nos hace saber muchas cosas detrás de esa imagen en el programa “Te paso el dato”

Vídeo: Instituto Cultural Ruricancho

Epidemias en SJL: Una Mirada de como nos fue y cómo vamos

Lic. Julio Abanto – Instituto Cultural Ruricancho

Hoy miércoles 18 de marzo, tercer día de cuarentena en Perú, se declaró en nivel tres del coronavirus y un compatriota muere en Madrid consecuencia de este mal.  La primera alarma la tuvimos el 11 de marzo por parte de una familia que retorno de Europa y decidió auto aislarse y solicitar al MINSA el descarte respectivo, hasta la fecha no es claro si existen pacientes con el virus.

Mapa en tiempo real del avance del Virus COVID-19 a nivel mundial, seguir en siguiente enlace:  https://gisanddata.maps.arcgis.com/apps/opsdashboard/index.html#/bda7594740fd40299423467b48e9ecf6

Desde el desarrollo de las vacunas, los índices de mortandad o sobrevivir con un mal producto de una enfermedad infecto contagiosa, mantiene cifras moderadas. De niño recuerdo que era común encontrar a familiares atacados por la poliomielitis, enfermedad que afecta en los infantes el sistema nervioso y producía deformidad en las extremidades y la posibilidad de no poder desplazarse con normalidad.

Siempre escuché a mis amigos del pueblito de Lurigancho hablarme de la peste y otras enfermedades producidas después de los terremotos como los que se produjeron en el cuarenta y setenta, desastres que causaron muchas muertes, ya para entonces el antiguo cementerio situado al costado de la capilla había dejado de funcionar y la gente empezó a enterrarse en los cementerios de El Sauce y Mangomarca.

Ha transcurrido un años y un par de meses que nuestros vecinos se volvieron a colocar las mascaras, esta vez no fue por un aniego de aguas servidas. (Foto: Archivo ICR – 2019)

Desde el pasado vivimos rodeados de males que han afectado a nuestra población, en algún momento hice un trabajo con mi colega Joaquín Narváez sobre el mal de Chagas el cual se transmite por un chinche y que en las regiones del sur del país cobra muchas vidas. Este mal trasferido por un insecto que acá llamamos “chirimacha” sigue causando muertes en zonas rurales que van de México hasta el sur de nuestro continente y sus cifras llegan anualmente a 10 000 fallecidos[1].

Otro infección y muy recurrente en las impresiones de ceramios moche es la uta o leishmaniosis, la cual se caracteriza por la aparición de ulceras en la piel, incluso en el rostro que en casos severos terminan carcomiendo la cavidad nasal[2].

Esta reciente pandemia hizo su aparición en el continente asiático en 11 de febrero y antes que llegue a nuestro país, teníamos cifras alarmantes de dengue y otras afecciones producidas por picaduras de mosquitos, la cifras son alarmantes entre octubre del 2019 a la fecha se suman más de cuarenta fallecidos y más de 14 casos[3].

Avancen del dengue antes del reporte de primeros casos de COVID-19 (https://es.wikipedia.org/wiki/Epidemia_de_dengue_de_2019-2020_en_Per%C3%BA#/media/Archivo:Epidemia_de_dengue_de_2019-2020_en_Per%C3%BA_actualizado.png)

Históricamente en nuestro país se presume que el primer casi relevante de infección como consecuencia del proceso de conquista fue el Inca Huayna Capaq, estando en Quito sufre un grave mal que sospecha fue la viruela enfermedad que, en 1545, eliminó a millones de pobladores de Mesoamérica. La viruela se propago con los primeros españoles y luego con el arribo de esclavos africanos procedentes de Panamá[4].

Basta con mirar los primeros censos y echar un vistazo el tamaño de la reducción indígena de San Juan de Lurigancho para entender el alto nivel de mortandad que se sucede en los primeros veinte años fundada la ciudad de Lima. Por la dimensión de área útil y distribución de sitios arqueológicos se estima que Lurigancho debió tener unos tres mil habitantes, los cuales se redujeron a unos cientos en pocos años. Fue tan alarmante que la percepción indígena a esta afectación presumía que era la falta de mantener sus antiguos cultos lo que hacía que los costeños, “los yuncas” desaparezcan y a si lo cito del manuscrito de padre Francisco de Ávila:

“….Es posible que los yuncas ya no observen públicamente este culto (a Pariacaca); sin embrago, todos los yuncas siguen practicándolo, cada uno por su lado. Cuando no lo hacen, la gente dice que por esta falta los yuncas se extinguen.Y ellos, los yuncas dicen: “Los habitantes de las punas sigan observando correctamente nuestras antiguas costumbres; de esta manera la gente se multiplica”.

Otro episodio interesante es el reconocer que habían enfermedades endémicas en nuestra región una de ellas la verruga peruana (Bartonella bacilliformis ), la cual tiene un momento memorable cuando Faustino Sánchez Carrión, en su afán de contribuir a erradicar este mal se inocula la enfermedad y hace un detallado seguimiento a la sintomatología, lamentablemente la malestar se complica y el mártir de nuestra medicina fallece el 5 de octubre de 1885.

El riesgo a contagios en un ámbito con poca población es bajo, ahora somo un distrito que en solo 50 años ha crecido enormemente, si a esto le sumamos las condiciones de pobrezas, falta de acceso a servicios básicos, bajo nivel de información y la poca voluntad de hacer bien las cosas tenemos una verdadera bomba de tiempo, la pregunta es, que tanto estamos preparados para enfrentar una crisis sanitaria.

Aun seguimos discutiendo sobre la necesidad de más de un hospital en nuestro territorio, contamos con solo uno de nivel 2-II y una red de centros de salud y postas médicas. Antiguamente solo existía una asistencia media que se deba en la capilla del pueblito, por el crecimiento de población fueron apareciendo en Campoy, Caja de Agua, Las Flores, etc.

Consultorio médico de Santa Ana, en Pueblito de Lurigancho 1960 (Archivo Ruricancho) 
Centro médico de Campoy en plena década del setenta (Archivo Ruricancho)

Con el desarrollo de la ciencia medicas y las vacunas, hemos logrado controlar diversas enfermedades y el nivel de contagio ha sido bajo y es que, durante el siglo XX, la cantidad de epidemias se pueden contar con los dedos de la mano desde la gran gripe española (1918-1919) que causo 50 millones de víctimas. Hasta el último gran mal del siglo pasado, el SIDA; el cual desde 1981, ha producido más de 30 millones de muertes y sigue en aumento.

En este nuevo siglo epidemias ocurren cada dos años. Es decir, su registro y frecuencia es mas elevada. Esto no es un juego, son cifras reales. Volviendo a nuestro distrito desde su fundación hemos atravesado por “el colera”, un mal que fue detectado en las cotas de Chimbote y luego se extendió a gran parte del país, la cifras de muertes llego a los 2909[5].  Entre el 2009 al 2010, llego a nuestro país la gripe H1N1 y durante este tiempo las cifras de muertes llegaron a 159 personas.

Mapa con la red de salud del MINSA en nuestro distrito (http://visor.geoperu.gob.pe/)

Un mal reciente fue el Zika, el Minsa confirmo que, en 2017, llego a su tope controlando los 180 casos reportados sin ninguna muerte[6] . El virus actual es diferente merece de la comprensión y colaboración de todos, jamás hemos tenido que aíslanos, antes asumir las recomendaciones como lavar bien los alimentes, evitar que se estanques las aguas y vacunarse bastaba, ahora debemos vivir en cuarentena y es necesario. Un distrito donde el nivel de desnutrición es alto, el nivel de enfermedades respiratorias también, niveles elevados de anemia y tuberculosis nos hace pensar que somos un distrito con alto riesgo.

Quisiera terminar con frases alentadores, pero lo que he visto en mis vecinos no es nada responsable ni consolador. Sinceramente no salgan de su casa, haga un programa de actividades en familia, infórmese bien, abastézcase sin acaparar, pero sobre todo no tome en broma este tema. El coronavirus mata, no cargue en la conciencia ser el responsable de llevar la muerte a su hogar.


[1] http://www.scielo.org.pe/pdf/rins/v26n4/a12v26n4.pdf [2] http://www.dge.gob.pe/buho/buho_leism.pdf [3] https://es.wikipedia.org/wiki/Epidemia_de_dengue_de_2019-2020_en_Per%C3%BA [4] http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/epidemiologia/v09_n1/historia_ultimas_epid.htm#[5] http://www.fao.org/3/ab416s/ab416s.htm [6] http://www.dge.gob.pe/portal/docs/vigilancia/sala/2018/SE01/zika.pdf

Agradecimiento al Instituto Cultural Ruricancho por brindarnos las facilidades para publicar el presente artículo

Historia de San Juan de Lurigancho contado por Gonzalo Torres

Mediante su canal virtual Gonzalo Torres, más conocido como Gonzalete, contó la historia de San Juan de Lurigancho en su programa a la vuelta de la cuarentena.

Asimismo solicita que conozcamos Lima sin salir de casa para evitar el contagio del covid 19.

Recuerden que pueden encontrar algunos libros de autores luriganchinos en la tienda luriganchina.

Video: Facebook Gonzalo Torres Gonzalete

https://www.facebook.com/torresgonzalete/videos/827080754478476/

Los antiguos pobladores de San Juan de Lurigancho

San Juan de Lurigancho es el nombre del distrito capitalino más poblado del Perú. Sin embargo, hoy en día, es muy poco conocida la historia de ocupación de este espacio que hoy se encuentra definido por modernos linderos territoriales.

Pero, ¿desde cuándo vive el hombre en estas tierras? y ¿cuáles son las características geográficas que definen este territorio? ¿Dónde podemos encontrar las respuestas a estos cuestionamientos que resultan fundamentales al momento de procurar la comprensión de estrategias en el manejo territorial?

Dos unidades geográficas fueron el escenario elegido para la configuración territorial de lo que hoy día es el distrito de San Juan de Lurigancho:

  • Quebrada Canto Grande 
  • El valle Bajo del Río Rímac

No obstante  sí quiero poner llamar su atención sobre 3 elementos que resultan fundamentales:

  • Presencia representativa (en cantidad) de zonas donde subsiste el tipo de ecosistema denominado  “loma costera”
  • Existencia de un canal prehispánico que forma parte del Sistema de Irrigación del Valle Bajo del Río Rímac
  • Ubicación estratégica que permite el acceso controlado hacia importantes zonas inter y altoandinas

Hasta este punto no nos hemos referido al tema en que se inserta esta relevante caracterización del medio geográfico, pero sí hablamos de un proceso histórico de ocupación. Los tres elementos arriba mencionados sirven para explicar esto último.

1. Las lomas. ¿Qué importancia tuvo su presencia en este escenario? La evidencia arqueológica nos ayuda a recrear un poco la temprana presencia de aquellos hombres y mujeres errantes que buscaban abrigo y comida cerca de los valles de Lima hace aproximadamente 10 000 años. Algunos de estos llegaron hasta la ribera del Río Rímac a buscar su sustento.

Además de los productos obtenidos de los ríos y mar, ¿qué otros espacios procuraban recursos de sustento para estos primeros “pobladores”? : Las lomas, porque allí crecen plantas comestibles (o semi-comestibles), son además el hábitat de numerosas especies de animales, y son además zonas que podrían convertirse en zonas de resguardo y abrigo ante el frío y las posibles amenazas.

En Lima, una de las primeras aldeas “sedentarias” se ubica en una zona de lomas, en Chilca – Lurín, donde también se halló temprana evidencia de prácticas ceremoniales, espacios de uso doméstico y restos de los primeros experimentos agrícolas, hortícolas para ser más precisos. El inicio del proceso de sedentarización se asocia perfectamente al uso probablemente intensivo del recurso de lomas.

2.- La gente que comenzó a asentarse en esta zona también pudo notar que este tipo de recursos ya no servía para la cantidad de grupos y familias que empezaron a surgir aquí mismo. En algún momento de este proceso, cuando hubo ya surgido el centralismo y la “organización social” comenzó a complejizarse de tal forma que comenzó a surgir con esto la capacidad de administrar el trabajo físico, organizado y tributario.

Es para ese momento que se hace posible el desarrollo de una obra de ingeniería hidráulica que cambiaría la configuración de este espacio: la construcción del canal prehispánico que posibilitó la irrigación de un vasto territorio sería aprovechado para la actividad agrícola hasta poco menos de 50 años.

3.- Un espacio con amplio potencial productivo siempre es atractivo para los grupos sociales más complejos, organismos estatales que buscarán expandir su poderío cubriendo áreas que resulten oportunas a sus intereses político – económicos. Ahora poco se analiza con mucha más atención la compleja situación vial que sirvió a estos organismos estatales en sus propósitos expansionistas (que involucran a su vez fines diversos: administrativos, religiosos, etc.).

El territorio luriganchino no fue ajeno a estos fines, sino que permaneció integrado a redes camineras (como el Qhapaq Ñan) que permitían el acceso -desde esta zona- a otros importantes territorios ubicados en las zonas inter y altoandinas.

Estos 3 elementos fueron cruciales en cada etapa de desarrollo del proceso ocupacional del territorio hoy conocido como San Juan de Lurigancho, mas resulta necesario comprender algo más sobre la evidencia material abordada por las investigaciones desarrolladas durante las últimas décadas. ¿Qué tipo de información nos han proporcionado?

TESTIMONIO DE OCUPACIÓN: EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO DE SAN JUAN DE LURIGANCHO

Los siguientes puntos, presenta la evidencia monumental, es decir evidencia materializada en antiguas edificaciones que son parte del testimonio de algunas de las actividades aquí desarrolladas en distintas etapas de la época prehispánica.

  • Pre-cerámico Inicial (10 000 a. C. – 900 a. C.)

Cerro Lurigancho y la evidencia hallada en Cerro Colorado indican que para épocas muy tempranas existía un culto y respeto a ciertos elementos importantes del entorno. Para épocas más tempranas es posible hallar evidencia utilitaria asociada al tipo de economía extractiva desarrollada en y cerca de las lomas.

  • Periodo Inicial (900 a. C. – 200 a. C.)

Se reconoce en la arquitectura edificaciones con planta en “U”. Para investigadores como Lumbreras es la última fase de este periodo que comienzan a surgir algunas características de las posteriores sociedades estatales. No obstante, Caral presenta patrones similares desde por lo menos 3000 años antes. Para esta época en nuestra zon empieza a gestarse la obra hidráulica que permitió la transformación del territorio.

  • Horizonte Temprano (200 a. C. – 200 d. C.) Cultura representativa: Chavín

Existe uno o más edificios administrativos estatales que centralizan, direccionan y operativizan actividades que para entonces comienzan a ser especializadas. En torno a estos espacios se emplazan aldeas. Para esta época existe en algunas zonas material denominado chavinoide, es decir de “tradición Chavín”, por lo que se cree existe un fuerte crédito o apego ideológico religioso hacia lo que Chavín representaba en casi toda el área andina.

  • Intermedio temprano (200 d. C. – 600 d. C.) Culturas Moche, Nasca y Lima.

Aldeas muy densas que ocupan zonas específicas para el control de recursos. Sus centros administrativos adquieren características particulares que constituyen elementos identitarios. El manejo del valle es ya intensivo. Para esta época existe en Lima la primera capital prehispánica: Maranga

  • Horizonte Medio (600 d. C. – 1000 d. C.) Imperio primigenio: Imperio Wari

A esta época se atribuye la construcción de las redes camineras más antiguas. Cerca se ubicó el imponente centro de Cajarmarquilla. Pachacamac adquiere importancia en Lima.

  • Intermedio Tardío (1000 d. C. – 1476 d. C.) Ischma – Cultura Chancay y Chimú

Época de apogeo de Mangomarca, capital de la sociedad establecida en esta zona del valle. Algunas fuentes bibliográficas refieren la existencia de un curacazgo denominado Ruricancho, el cual formaría parte del señorío Ischma.

Sitio Arqueológico Mangomarca. Foto: Julio Abanto (2016)
  • Horizonte Tardío (1476 d. C. – 1532 d. C.) Inca

Campoy y Canto Chico son 2 edificios administrativos construidos estratégicamente por el Estado Inca, para posibilitar el control y administración de los numerosos recursos producidos (o extraídos) en la zona. La presencia de un segmento del Qhapaq Ñan en Campoy, muy cerca de la ribera del río, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de había de integrar este territorio al poderío incaico.

Sabido que las huestes de Pizarro llegan a Lima el año 1535. El área de nuestro interés (lo que es hoy San Juan de Lurigancho) se ubica a ¼ de legua de la Plaza de Armas de Lima. No se hace difícil imaginar que debió ser el poder acceder a una importante y cercana zona de producción agrícola.

SAN JUAN DE LURIGANCHO: INTEGRACIÓN SOCIAL DE UN TERRITORIO DIVERSO

Lo que es hoy San Juan de Lurigancho es gracias a lo que fue en la época previa a la llegada de los españoles. O por los menos fue así hasta hace tan solo 50 años. Esto significa tan solo que aquello que nosotros reconocemos como nuestro hogar, hace solo 50 años, tenía un aspecto similar al de la fotografía.

Quebrada Canto Grande en proceso de urbanización. Foto: Jorge Alvarez-Calderón (1961)

Los luriganchinos heredamos un espacio productivo e integrado que construyeron para nosotros quienes nos antecedieron, ¿Qué pasó, entonces?

La evidencia más clara de la importancia de este territorio se localizó hasta ahora poco en El Pueblito de todos los Santos de Lurigancho, ¿alguien sabe dónde se ubica?

Así es, El Pueblito, la capital histórica de nuestro distrito es testimonio de un suceso histórico acaecido todavía en el siglo 16. La fundación de El Pueblito no fue un episodio alegre para quienes habitaban la zona. El Pueblito de Todos los Santos de Lurigancho es el nombre que adquirió la reducción indígena confinada por los españoles hacia esta zona. Esto significa que pueblo enteros fueron desalojados y destinados a este reducido espacio.

Este acto fue hecho por la corona española con la finalidad de apropiarse de las tierras del fecundo valle (desestimando a la vez la zona de quebrada, porque no comprendieron ni encontraron utilidad para la misma) y no bastó con eso pues además aprovecharon la mano de obra de los indígenas que sobrevivieron a tamaño abuso.

¡Nuestros vecinos predecesores no solo fueron excelentes constructores y gestores territoriales, fueron valientes defensores de sus tierras y de su herencia! Nos legaron un rico territorio que no hemos sabido aprovechar de la mejor manera.

Luego, estos mismos terrenos agrícolas pasaron a manos de los grandes hacendados y terratenientes. Y nunca más volvieron a manos de sus legítimos dueños. Hacia mediados de siglo una Lima fría y ajena comenzó a ver con cierto desdén a poblaciones enteras que comenzaron a migrar desde el interior del país. Esta  situación trajo como consecuencia el abandono de tierras otrora utilizadas para la agricultura y la discriminación y total desorientación de las jóvenes poblaciones asentadas aquí.

Los años 80 y 90 no sirvieron para atenuar la complicada situación de las poblaciones. El desorden, caos, desinterés y corrupción de las autoridades solo condujeron a agravar el problema de territorialidad. Se nos hizo creer que este espacio, alguna vez ocupado por migrantes que interactuaban con las poblaciones primigenias venidas de otros espacios del ande, no nos pertenecía; y nosotros respondimos con desdén alterando (no para beneficio nuestro) un espacio que consideramos ajeno.

Nunca estuvimos solos. Jamás fuimos una isla. Nuestro espacio estuvo desde siempre integrado con otras zonas del ande costeño y cordillerano.

¿Para qué nos sirven los espacios de memoria que nosotros llamamos patrimonio cultural?

Como hemos podido ver, no se trata solo de ver o conocer sitios o ruinas arqueológicas, se trata de conservar espacios que nos ayuden a pensar siempre en las potencialidades de “nuestra casa” y del trabajo organizado. Se trata de educar con claros ejemplos, de rescatar nuestras múltiples identidades y de propiciar respeto a las mismas y fomentar valores que nos permitan un dominio armonioso de la naturaleza y del medio, para que eso nos sirva de puerta de escape que nos ayude a salir de nuestros problemas más profundos. Ese debe ser el sentido verdadero del término “patrimonio”.

¿Para qué sirve el patrimonio?

El espacio de memoria que nos deja tantas enseñanzas prácticas debe ser no solo valorado sino preservado de todo peligro. Hasta aquí estamos claros en que cuidar al patrimonio significa cuidar  nuestra escuela práctica.

En ese camino, ¿qué podemos aprender?

  • Fortalecer la organización de la comunidad para la toma de decisiones
  • Proponer mecanismos provechosos de zonificación del territorio, lo cual permitía un ordenamiento del mismo, para beneficio unidades familiares, colectivos y de la sociedad en pleno.
  • Establecer mecanismos de control y fiscalización en el manejo de espacios (incluidos los de uso público, como son los propios espacios de memoria)
  • Generar espacios que puedan convertirse en lugares educativos vivos, donde además se fortalezca la identidad, respeto y la sana convivencia.

El patrimonio no debe permanecer aislado, porque de hacerlo deja de ser patrimonio, este debería estar integrado como parte esencial de las vivencias diarias de las personas y las comunidades. Su gestión debe ser participativa y respetuosa de las múltiples identidades particulares y debe a la vez ponerse al servicio del propósito de constitución de una identidad general.

Bibliografía