Lucha contra la impunidad: Alcalde de SJL respalda a José Jerí, pero la justicia por «Truko» demanda esclarecimiento

El alcalde de San Juan de Lurigancho (SJL), Jesús Maldonado, ha expresado un firme respaldo al accionar y la disposición al diálogo del presidente de transición, José Jerí, tras una reunión clave enfocada en diseñar estrategias conjuntas para combatir la ola criminal en Lima. Maldonado destacó la apertura del mandatario, señalando que observa a un jefe de Estado con las «puertas abiertas» y sin reticencias frente a las manifestaciones ciudadanas, una cualidad esencial para desarticular la impunidad en los altos niveles de gobierno y restablecer la confianza en el diálogo político.

En este contexto de búsqueda de soluciones a la criminalidad, el burgomaestre de SJL enfatizó la calidad comunicativa y el liderazgo proactivo de Jerí. «Tenemos un presidente que sabe explicar las cosas, que se comunica con los ciudadanos y recibe a la prensa», afirmó Maldonado, validando un estilo que prioriza la transparencia. En esa línea, el burgomaestre subrayó que el liderazgo que imprima Jerí en la lucha contra la delincuencia marcará la diferencia con otros gobiernos. Indicó que una de las acciones más positivas fue la convocatoria de instituciones clave: «Una de las cosas positivas que hizo fue convocar al Ministerio Público, si el presidente continúa con ese liderazgo y articulando con las instituciones se puede dar resultados significativos», dijo. Este aval subraya la necesidad de coordinación interinstitucional para evitar la impunidad en la justicia y la seguridad.

No obstante, la validación del accionar presidencial se inserta en un clima de profunda consternación social. La muerte del manifestante Eduardo Mauricio Ruiz Saénz (32), conocido en la comunidad hip hop como «Truko», durante las recientes protestas en Lima, ha puesto a prueba la capacidad del Estado para garantizar los derechos fundamentales y asegurar la justicia. Su fallecimiento, confirmado por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y la Defensoría del Pueblo, exige una respuesta estatal que vaya más allá de la lamentación, demostrando que la lucha contra la impunidad también aplica a los hechos ocurridos en la calle.

Mientras el alcalde de San Juan de Lurigancho aplaude la disposición política y la articulación institucional de José Jerí en materia de seguridad ciudadana, este respaldo se vuelve éticamente problemático al silenciar o minimizar la grave cuestión de la letalidad en el contexto de las protestas. Al avalar la comunicación presidencial sin exigir firmemente que las investigaciones por la muerte de «Truko» determinen la responsabilidad política o directa del Estado, el alcalde corre el riesgo de ser percibido no solo como un colaborador, sino como un cómplice tácito de la impunidad.