En una preocupante muestra de desinterés por el desarrollo social, la Municipalidad Distrital de San Juan de Lurigancho, bajo la gestión del alcalde Jesús Maldonado, ha mantenido en un nivel nulo el presupuesto destinado a la promoción e incentivo de la cultura durante los años 2024 y 2025. Una decisión que condena a miles de niños y adolescentes, en el distrito más poblado de Lima, a un futuro sin acceso a espacios de formación artística y crítica.
Según los datos oficiales del portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas, no se ha asignado ni un sol a la actividad cultural en el distrito. Esta omisión, que se extiende por dos años consecutivos, no es un simple descuido, sino una clara señal de que la cultura no es, y no ha sido, una prioridad para esta administración.

La realidad cultural del distrito es desoladora y refleja esta falta de inversión. San Juan de Lurigancho, un distrito con una población que supera el millón de habitantes, apenas cuenta con una biblioteca pública cuyo aforo no excede las 20 personas, un espacio insignificante para la demanda existente. A esto se suma un teatro que languidece sin una agenda cultural definida, sirviendo como un mero edificio sin vida.
Las actividades que sí se realizan, a cargo de la subgerencia de cultura, son esporádicas y carecen de un objetivo claro que vaya más allá del mero entretenimiento. No hay una visión de desarrollo humano, no se promueven las artes, ni se fomenta el pensamiento crítico, aspectos fundamentales para la formación de ciudadanos integrales. En lugar de ser un motor de cambio y desarrollo, la cultura se ha convertido en una nota a pie de página, una actividad residual que se ignora en la planificación y el presupuesto municipal.
Esta negligencia no solo es un error de gestión, sino un atentado directo contra el potencial de la juventud de San Juan de Lurigancho. Dejar a la cultura en el abandono es negarles herramientas para la creatividad, la expresión y la construcción de una identidad colectiva. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué visión de futuro tiene esta gestión municipal para los jóvenes de San Juan de Lurigancho, si el arte y la educación no forman parte de ella?