La literatura peruana, con un fuerte acento en la identidad de San Juan de Lurigancho, ha cruzado fronteras para posicionarse en uno de los eventos literarios más prestigiosos del mundo: la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara). El libro «El misterio de las aves kanchu» es la obra que está llevando un pedazo de la cultura luriganchina a tierras mexicanas.
El anuncio, que se ha difundido a través de redes sociales de la prg, celebra la llegada de este título a la importante feria, destacando su «identidad luriganchina». Este hito marca un momento significativo para la promoción de autores y narrativas emergentes que tienen sus raíces en el distrito más poblado del Perú.
La presencia del libro «El misterio de las aves kanchu», de la escritora Lizbeth Pretell Romero y publicado por Jukucha Ediciones, en el stand de Perú es una celebración del esfuerzo de base. La organización Quebrada Canto Grande, conocida por su activa labor de educación comunitaria, ha sido la encargada de difundir este logro. Esto demuestra el profundo compromiso de la sociedad civil y las organizaciones de base por visibilizar y potenciar su producción cultural y educativa.
El libro está siendo exhibido como parte de la delegación peruana. Se ha extendido la invitación al público y a los amantes de la lectura para visitar el stand Perú – LL 1, ubicado en el Área Internacional del recinto de la Expo Guadalajara.
La obra estará disponible para el público internacional desde el 29 de noviembre hasta el 7 de diciembre, coincidiendo con la duración de la FIL Guadalajara. Esta presencia no solo impulsa al autor y a la editorial detrás de la obra, sino que también sirve como una vitrina para la diversidad y el talento literario en el Perú.
Asimismo, Quebrada Canto Grande ha puesto a disposición sus redes sociales para facilitar la compra de «El misterio de las aves kanchu», asegurando que los fondos contribuyan directamente a seguir financiando su labor de promoción cultural y educación en el distrito. Al comprar el libro, no solo se disfruta de una historia con sello luriganchino, sino que también se apoya el esfuerzo de una organización comprometida con su comunidad.