¿Qué hay detrás de las recientes protestas sociales?

Ya lo decíamos; dentro del grueso de la protesta social que hoy se vive en Perú, existe un trasfondo justo y concreto que parte de un malestar generalizado por la crisis socioeconómica que seguimos padeciendo; pero también hay un manejo interesado desde la derecha recalcitrante de siempre que busca no la solución al clamor popular sino usar a la masa como carne de cañón para seguir imponiendo su propia agenda reaccionaria.

Quienes conocemos de cerca o desde adentro la dinámica de una movilización social, entendemos un poco las posibilidades y limitaciones del pueblo en marcha. Una protesta erigida en Paro Nacional o Huelga General crea su propio espiral de acción, coordinación, defensa y solidaridad. Los conatos o desbordes de violencia se intentan canalizar hacia la conquista de la demanda por el bien común; nada tienen que ver con saqueos coordinados afectando a mercados populares o a negocios de barrio.

Y no es que nos asuste la violencia social y pidamos «¡policía y mano dura contra los vándalos!», sino que podemos y debemos diferenciar un pueblo corajudo respecto de simples esbirros e infiltrados a sueldo. El desborde popular existe como hecho objetivo pero también están las manipulaciones y «aparateos» como elementos subjetivos.

Allí está la fujimorista Marta Moyano azuzando temerariamente a los camioneros a bloquear las carreteras y generar caos, allí están las cucarachas de «La Resistencia» rompiendo y robando dentro de la manifestación, allí están los dirigentes apristas metiendo su verborrea anticomunista en las marchas en provincia, allí está la prensa neoliberal que curiosamente esta vez no llama «terroristas delincuentes» a los movilizados pues prefiere poner titulares como «el Perú protesta». Allí están las bancadas de ultraderecha que arman psicosociales con el alza en los precios del combustible y los alimentos.

Abordemos cada periodo de convulsión social con criterio político y militante, fuera de idealismos y/o romantizaciones.

Ley Chlimper: Esclavitud moderna

La Ley de Promoción del Sector Agrario o “Ley Chlimper” (Ley 27360) es una clara muestra de que en el Perú el latifundismo sigue vigente. Las familias oligarcas aún controlan el país. El rancio linaje en ciertos apellidos aún le marca la agenda política al Estado. Una élite se forra en ganancias exorbitantes mientras sus peones mueren en los campos de concentración (trabajo, le dicen).

Tal es el caso del multimillonario fujimorista José Chlimper (actual miembro del directorio del BCR) quien fue favorecido por esta ley promulgada a fines de la dictadura de Alberto Fujimori, beneficiando al rubro de la agroexportación con enormes exoneraciones tributarias. Como agravante en la aplicación de esta normativa legal es que el propio Chlimper era entonces ministro de Agricultura y a su vez presidente del directorio de la corporación Agrokasa (hoy Drokasa): la más grande agroexportadora del país. ¿Conflicto de intereses? ¿Delito y corrupción? ¿Dónde?

¿Y qué establece esta ley? Pues varios beneficios tributarios para la corrupta patronal como la reducción del Impuesto a la Renta (del 30% al 15%), el brutal recorte de los derechos de los trabajadores (vacaciones al 50%, CTS y gratificaciones), además de recibir subsidios del Estado al 50% para las contribuciones a EsSalud o para cubrir indemnizaciones por despido arbitrario. Todo a medida de la burguesía agroexportadora adicta al régimen de turno.

Y frente a la ignominiosa explotación por décadas y ante la complicidad política del Estado, el proletariado agrícola de Ica se ha levantado exigiendo la inmediata derogatoria de la Ley 27360, la aprobación de un pliego de reclamos que incluye justicia salarial y nivel digno de vida con los derechos laborales que les corresponde, además del cambio de Constitución con carácter de urgencia.

A estas protestas, acaban de sumarse los trabajadores agrarios del norte del país (región de La Libertad) como muestra de solidaridad con sus hermanos del sur y para exponer sus propios reclamos, sumándose al paro agrario que se extiende a nivel nacional.

¡Abajo La Ley de Promoción Agraria! ¡Arriba los y las que luchan!

Por: Franz Verne, Periodista e Investigador Social