Las sombras del tucán

Ha muerto Luis Bedoya Reyes, fundador e histórico líder del Partido Popular Cristiano (PPC), y ya se alistan las grandes remebranzas y los homenajes póstumos al viejo defensor de la oligarquía reaccionaria.

Pero no olvidemos que el mismo «demócrata y cristiano» Bedoya fue asesor legal de la fábrica textil Industrial Cromotex S.A., que en 1979 fue escenario de una importante huelga en la que los obreros se enfrentaron a la tiranía de la patronal, tomando su centro de trabajo y resistiendo, aún a costa de sus vidas. El propietario de Cromotex, Antonio Mussiris engordaba sus arcas con el sudor y lágrimas proletarias, tratando de descabezar el sindicato en alianza con la dictadura militar de Morales Bermúdez.

Y fueron Bedoya Reyes y Mussiris quienes exigieron la intervención armada para masacrar a los huelguistas antes que estos tomen la fábrica para control obrero. Fue así que policías y matones contratados por la empresa, iniciaron la represión y desalojo.

Murieron los obreros Marcelino Castro, Silvio Jiménez e Inocencio Paco. Los demás trabajadores resistieron hasta ser doblegados. Uno de los obreros seriamente heridos fue Hemigidio Huerta, quien en pleno traslado policial le dijo a Néstor Cerpa: «Toma mi sangre y escribe para que el pueblo sepa que nos están llevando presos». Huerta muere a los pocos días. Los trabajadores Máximo Montoya y Máximo Lara también fallecieron por las heridas recibidas durante la represión. El saldo final fue de seis obreros muertos.

Los trabajadores de Cromotex, encarcelados u hospitalizados, continuaron la lucha con huelgas de hambre y defensa judicial de sus intereses, sin desmayar un instante hasta conseguir la excarcelación de sus compañeros. Los familiares también se organizaron mediante ollas comunes para resistir la presión económica de la desocupación.

Sobre esa sangre y ese sufrimiento se edificó la trayectoria política de Luis Bedoya Reyes y su partido elitista que desde un inicio fue una franca coladera para militantes estrictamente fascistas pero encubiertos en los parámetros derechistas y democráticos del rancio PPC.

Vallejo Inmortal

Hoy 16 de marzo, se conmemora el natalicio del poeta universal, militante comunista y pensador humanista, César Vallejo. Nació en 1892 en Santiago de Chuco (sierra norte del Perú).

En Lima presentó sus dos primeros poemarios: ‘Los heraldos negros’ (1918) y ‘Trilce’ (1922), obra que inicia la creación de un lenguaje poético muy personal, coincidiendo con la irrupción del vanguardismo a nivel mundial. En 1923 publicó su primera obra narrativa: ‘Escalas’, colección de estampas y relatos, algunos ya vanguardistas. Ese mismo año partió hacia Europa, para no volver más a Perú. Hasta su muerte residió mayormente en París, con algunas breves estancias en Madrid y en otras ciudades europeas.

En la última etapa de su vida publicó libros en prosa como la novela proletaria o indigenista ‘El tungsteno’ (Madrid, 1931) y el libro de crónicas ‘Rusia en 193’1 (Madrid, 1931). Por entonces escribió también su cuento más famoso, ‘Paco Yunque’, que saldría a luz años después de su muerte. Sus poemas póstumos fueron agrupados en dos poemarios: ‘Poemas humanos’ y ‘España, aparta de mí este cáliz’, publicados en 1939 gracias al empeño de su viuda, Georgette Vallejo.

Arte: Hova

Bosque de Caja de Agua: Cuando los medios intentan confrontar al pueblo

No tengo calificativos para la periodista de Buenos días Perú…¿No será que no quieren tener de vecina a la comunidad shipibo-conibo? , pregunta a los vecinos y vecinas de Caja de Agua, en relación a la denuncia que ellos han hecho: el Ministerio de Vivienda quiere talar el centenario bosque de Caja de Agua, uno de los pocos pulmones que tiene San Juan de Lurigancho, para reubicar a la comunidad de Cantagallo.

Qué estrechez de mente y de corazón el de esa mujer, que seguramente vive rodeada de parques y jardines que aquí escasean, y que no puede creer que la gente demande vivir digna y sanamente. Como buena aliada de los grupos de poder, busca confrontar al pueblo, para sacar partido y hacer noticia con nosotras y nosotros, no le importa sugerir que los y las vecinas son obstruccionistas, egoístas, que impiden al gobierno «obrar»…¡Así operan los medios, vecino, vecina!, confrontándonos, ninguneándonos.

Pero no se salió con la suya, porque una vecina con sentido común y mucho corazón, le hizo saber que la Comunidad de Cantagallo tampoco desea vivir en medio de más y más cemento. Sí vecina, no se trata de anteponer un derecho a otro. No es un favor el que nos hacen. Los derechos no se negocian. No pueden pasar por encima y destruir un espacio vivo para deshacerse y largar a toda una comunidad y confinarla a espacios no aptos para vivienda, que nada tienen que ver con los espacios llenos de vida de los que provienen ¡No!

Bravo por esa vecina. Bravo por Caja de Agua, un bosque que otrora, hace casi 100 años, era punto de encuentro de familias que, sin saberlo, se reunían para con alegría ir forjando la pujante y valiente comunidad que somos ahora.

¡Viva el Bosque!¡Viva la Comunidad de Cantagallo!¡Vivan los vecinos y vecinas de Caja de Agua!

Dato:

Si quieres conocer algo de historia y una interesante propuesta que surgió en torno a la puesta en uso social del bosque hace algunos, puedes leer: ‘Bosque Caja de Agua: Potencialidades para el uso social de un núcleo de producción’, un artículo publicado por el Instituto Cultural Ruricancho en el libro San Juan de Lurigancho: historia y presencia (2018).

Por: Diana Obando Samanamud

Captura y vídeo: Buenos Días Perù


La peligrosa ultraderecha al acecho

Los procesos electorales en Perú nunca son aburridos: Dan giros y movimientos, muchas veces, impredescibles. Aunque por lo general se impone eso del «mal menor» y al final terminamos con gestiones del montón (más del mismo contubernio derechista con diferentes peones pero con la misma estrategia de defender a la reina Confiep).

Sin embargo, esta vez pinta un poco más agitado. ¿Imaginábamos que una opción peor que el fujimorato tendría opciones reales de poder? A la base económica ultraliberal y mercantilista (fujimorismo transversal o neoliberalismo peruano) agreguémosle un marco abiertamente ultraconservador en lo social (que no se ruboriza de mostrar su fustán fascista y cavernario). Tenemos un modelo violentamente antiderechos y enemigo de toda disidencia.

Es cierto que la idiosincrasia peruana nos dice que aquí los extremos siempre son bienvenidos, pero esta vez tenemos una posibilidad ultra que usa el descontento social para asegurarle los privilegios a la elite criolla que representan. Y el factor religioso es una carta que están usando con efectividad, incluso a niveles demenciales pero con resultados positivos.

La coyuntura no da para tibiezas ni indiferencias individualistas (subjetivismo sobreideológico). El costo de lo que se nos viene, podría ser muy alto.

Foto: El Comercio

La desinformación que puede matar

Una cosa es criticar al gobierno de turno y cuestionar sus políticas públicas o sus acuerdos comerciales (aceptado por la propia democracia burguesa) y otra muy diferente es convertir a un medio de comunicación en una trinchera de la desinformación brutal y negacionismo intransigente.

Lo que hace Berto Ortiz es infundir pánico colectivo a partir de una grosera desinformación con datos tergiversados y realidades falseadas. Claramente hay un afán corporativo con cálculo político detrás del ataque sistemático. Willax se ha convertido en una madriguera de ultraderecha que cual mono con metralleta dispara a discreción sin reparos ni ética.

Necesitamos más informes científicos, argumentados por técnicos y profesionales en la materia (médicos, biólogos, genetistas, etc.) y no «interpretados» por voceros del conservadurismo reaccionario. Es urgente acabar con las especulaciones sobre salud pública y vacunación masiva. La crisis nacional (socioeconómica y sanitaria) ya es demasiado grande como para agregarle insumos de miedo y falsedad.

Vistazo a la coyuntura política

Tres breves:

1.- La insistencia para que el sector privado adquiera lotes de vacunas y luego las «proporcione» (venda) a sus trabajadores (y quienes puedan pagarlo) no se inscribe dentro de un criterio lógico para destrabar la burocracia del Estado, y así aplicar medidas humanistas, sino dentro de la dinámica mercantilista y acaparadora del neoliberalismo. No existe sentido altruista o de solución a la crisis nacional en los cálculos empresariales de la Confiep y sus corifeos.

2.- Cada día se demuestra que la crítica a López Aliaga por su talante ultraconservador y fascistoide, es limitada si no se acompaña con el cuestionamiento de su perfil empresarial y las denuncias o deudas que tiene ante la justicia peruana. El peruano promedio es conservador, así que no se verá afectado si se le dice que su candidato es homofóbico, machista o ultrarreligioso. Por tanto, es urgente rechazar con argumentos políticos cada arista de López Aliaga, más allá de memes, porque el elector emotivo y no racional solo verá ataques y terminará por victimizarlo (votando por él, como «castigo» o «joda»).

3.- ¿Cómo se explica el ascenso en la intención de votos presidenciales y congresales a Acción Popular? ¿Cómo un partido que fue pieza clave en la «intentona golpista» (bajo la figura de vacancia) hoy goza de índices favorables a diferencia de sus pares como Frepap, PP, Somos Perú, UPP, Fuerza Popular, APP que cargan con el lastre del descrédito social luego de las jornadas del 14N, o peor aún en el caso del Frente Amplio y su casi invisibilidad en las encuestas e intenciones de voto? La clave podría estar en el manejo de crisis institucional hacia adentro y hacia afuera que tiene una fuerza política que sí es partido estructurado y medianamente cohesionado, además del control legislativo que aún tienen. Y, claro, la miserabilidad corrupta de Vizcarra y compañía, está ayudado a lavarle la cara a los otrora «golpistas» (provacancia).

El fascismo en campaña

Las recientes declaraciones del candidato Rafael López Aliaga sobre el pedido de eutanasia de Ana Estrada se inscribe en la línea vomitiba de su pensamiento político: fascismo.

El desprecio por la vida, la hipocresía vergonzante, la saña cobarde contra lo diferente, la misoginia y el elitismo despectivo, son rasgos morales definidos en el perfil fascista que hoy encarna López Aliaga. Su trayectoria política y su (de)formación ideológica moldeados por un falangismo recalcitrante y un oscurantismo ultraconservador son heredados de lo más hediondo y criminal del franquismo español y su impacto colonial en países como el nuestro.

Es claro que dentro del abanico de la rancia derecha peruana, López Aliaga representa un paso más allá. Más beligerante que la propia derecha neoliberal y tecnocrática de De Soto o que la derecha populista y mafiosa de Fujimori (por compararlo con las otras dos cabezas del mismo monstruo ultraderechista local). Lo suyo es un proyecto abiertamente reaccionario, anticomunista, antirracional y demencial.

Y ahora que el Jurado Electoral Especial – Lima Centro 1 excluyó su candidatura presidencial por presuntamente vulnerar la norma sobre propaganda electoral (aunque podrá apelar ante el Jurado Nacional de Elecciones), vendrá una avalancha de victimización por parte de sus hordas fascistizantes que ya se apuran en decir que esto es «culpa de Soros», del «nuevo orden mundial», del «lobby gay y caviar», del «complot comunista», de la «izquierda delincuencial», del «marxismo cultural y la ideología de género», de la «dictadura lgtbiq+» y demás disparates estupidizantes.

Y ya sabemos que en política (y aún más en épocas electorales), la victimización mediática rinde sus frutos. Advertidos estamos.

El derecho a decidir

Este caso es un importante precedente en nuestro país. La lucha constante de Ana Estrada Ugarte para decidir sobre ella misma y poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia, es un claro ejemplo de defensa irrestricta de la libertad individual como derecho humano frente a la maquinaria oscurantista que opera a través del Estado y los sesgos ultraconservadores de ciertos grupos de poder.

Como se sabe, cuando Ana tenía 12 años le detectaron una enfermedad degenerativa llamada polimiositis. Aún así logró estudiar Psicología y trabajar hasta que esta condición le quitó esas posibilidades. Actualmente, apenas puede moverse, pues se encuentra en un estado de dependencia muy alta, con 20 horas al día postrada en cama.

Tras años de batalla legal y mediática para que se reconozca su caso, ahora el Décimo Primer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima ha ordenado al Ministerio de Salud y a EsSalud respetar la decisión de poner fin a su vida.

La vida no solo consiste en la función biológica básica de respirar y moverse o en la inercia del estímulo y reacción, sino en la más mínima calidad y garantía de estabilidad y desarrollo emocional y social. La vida no es un factor descartable y fríamente cuantificable (bajo el criterio de los «provida») sino el estadío mismo que se forja en y por la libertad, racionalidad y humanidad plenamente entendidas.

¿Nuevos psicosociales en tiempo de elecciones?

Esto del supuesto enfrentamiento armado entre bandas de peruanos y venezolanos también tiene trasfondo y proyección política.

Hace semanas que circulan vídeos y fotos que dan cuenta del nivel de ferocidad entre lúmpenes de ambas nacionalidades dentro del Perú. Son hechos reales pero adulterados para forzar realidades ficticias como asesinatos por venganza o crímenes seriales. Obviamente existe un clima de brutal violencia en las calles pero esto no debe mezclarse con el tratamiento trucado que se le pretende dar desde las sombras para generar zozobra, xenofobia y caos.

La criminalidad no reconoce banderas ni se sujeta a particularidades nacionales. El lumpenaje armado convertido en sicariato no responde a contextos culturales determinados. El móvil, por lo general, suele ser económico e irracional en cualquier región. La violencia sistemática crece y el sistema de justicia no solo es incapaz de frenar asesinatos flagrantes, sino que termina siendo cómplice por acción u omisión.

Entonces, ¿quién o qué sectores estarían interesados en difundir fake news por redes sociales para incentivar este alarmismo? ¿Estamos ante un nuevo psicosocial? ¿Quiénes ganan con un clima de xenofobia exacerbado? ¿Quiénes proponen «mano dura», «militares a las calles», «pena de muerte», «fusilamientos», «servicio militar obligatorio», etc., como mágicas recetas a la inseguridad social? ¿Quiénes se benefician del miedo que exige «más control y vigilancia» en las calles? ¿Son casuales estas «noticias» en tiempos de campaña electoral?

¿Unidad y consecuencia?

Es «curioso» (por decir lo menos) ver que por enésima vez las «izquierdas» (así, en plural y entre comillas) van separadas en los comicios presidenciales. Y ya no se ven diferencias ideológicas de fondo en cuanto a táctica y estrategia y menos aún sobre posicionamientos respecto del poder y la revolución, sino que dejan aflorar amagos de ambición y frío calculo electorero o alianzas interesadas e inconsecuencia teórica.

En aspectos cruciales de forma y fondo en el quehacer político se acercan muchísimo a la derecha más rancia y recalcitrante (¿convertirse en lo que juraron destruir?). Y no es que nos interese algún purismo principista o las vaguedades abstractas del correctismo sectario e intrascendente, pero al menos se espera cierto equilibrio entre lo programático y lo concreto.

Cierto es que en política nada es blanco y negro, y que es menester saber leer la escala de grises, pero tampoco es dable levantar consignas populistas cuando por debajo se deja que la pauta la marque la Confiep o los apetitos de los propios (eternos) jerarcas izquierdosos y populacheros empecinados en la repartija antes que la transformación social.

Foto: El Comercio