Según el Plan de Desarrollo Concertado de San Juan de Lurigancho 2015 – 2021 indica, que para el año del bicentenario (este), se habrían recuperado seis sitios arqueológicos.
San Juan de Lurigancho tiene 54 años de creación política, pero su poblamiento territorial data de muchos años atrás pasando por una serie de procesos tal como lo evidencia los sitios arqueológicos en Campoy, Mangomarca, EL Sauce, Canto Chico, San Jerónimo entre otros, y según se detalla en el Plan de Desarrollo Concertado 2015 – 2021, en la actualidad, la mayoría de estos sitios hoy estarían recuperados.
Pero cuales son los avances obtenidos en cuanto la recuperación de estos sitios desde la gestión local, pues lamentablemente no se tiene un avance real, las inversiones realizadas fueron por el gobierno central para restaurar una parte del sitio arqueológico de Mangomarca y hace unos meses colocar el cerco perimétrico al sitio arqueológico de El Sauce.
Algunos colectivos culturales durante varios años promueven la conservación del lugar poniendo en el tapete la importancia de estos espacios de memorias para evitar que se conviertan en botaderos de basura y/o desmonte.
Cabe indicar que durante este periodo de aplicación del plan de desarrollo concertado, estuvieron en la gestión municipal Juan Navarro y Alex Gonzáles, que al parecer pasaron por alto las lineas estratégicas de este eje, importante para la cultura y educación de los vecinos y vecinas de San Juan de Lurigancho
En el marco del 54 Aniversario de SJL, la agrupación SJL acción, realizará un conversatorio sobre la importancia del legado del Padre Jorge Álvarez Calderón en San Juan de Lurigancho
Asimismo manifestarán las tareas a continuar para la construcción de un distrito en igualdad y justicia social.
De forma muy sencilla, se puede decir que la memoria nos permite mantener en vida aspectos importantes de los que somos como pueblo, no se puede concebir la forma bruta que tenemos para desprendernos de lugares y espacios que forman parte de nuestra historia, ver la irremediable pérdida del paisaje urbano de nuestro evocado pueblito de Lurigancho es un ejemplo claro de cómo se deja pasar la responsabilidad de mantener intangible ese aspecto físico de nuestra herencia.
Perdemos la oportunidad de lanzar nuestro centro histórico como punto turístico, como foco de la cultura luriganchina y resistencia de nuestra identidad. Duele ver como el cemento y obras modernas trastocan su esencia, acá sencillamente a ninguna de nuestras brillantes autoridades se les ocurre asumir esa responsabilidad. El impacto que bien para el lugar sin duda es fulminante, poco queda de los componentes que le daban valor.
Haras Lurigancho, es uno de los proyectos más alucinantes en los que me he involucrado, su concepción es muy compleja y con muchos detalles como para contarlo de manera breve, pero en resumen podría decir que surge por la necesidad colectiva de rescatar una historia fascinante de un espacio, de referenciar logros y recuerdos personales de una comunidad oriunda del distrito. Una historia que se perdería con la partida de sus verdaderos protagonistas.
La primera referencia al Haras se encuentran en el libro de Roberto Revoredo (2006): “El Pueblito, un débil corazón que late en San Juan de Lurigancho” y como se sabe con ese nombre de denomina a una empresa dedicada a la crianza y entrenamiento de caballo de carrera. Los propietarios fueron Dn. Francisco Palacios, hacendado de Azcarrunz y Justiniano Llosa, su socio y amigo.
La empresa se mantuvo vigente hasta inicios de los ochenta y durante su historia de casi cincuenta años dejo varias glorias para la hípica nacional. Situado a un costado del pueblito de Lurigancho, a la fecha no queda nada de las instalaciones que hasta hace algunos años se encontraban ya casi en ruinas. Cajas y reliquias amontonadas en los boxes, donde antes descansaban los caballos quizás son la parte más fascinante de esta historia.
A inicios del año 2014, nuestras entrañables vecinas de El Pueblito nos plantean la idea de realizar una exposición sobre la historia del haras, evento que proyectamos realizar e la galería Florentino Jiménez del Centro Cultural del Parque Zonal Huiracocha. Contando con una bonita historia, el registro fotográfico de la familia Taranco Paredes y algunos objetos históricos, iniciamos la propuesta. Ese mismo año llegarían caballos para el servicio de paseo del referido parque, rápidamente fue un éxito recreativo y era necesario habilitar un espacio para el descanso de los animales.
Así se propuso diseñar las caballerizas tomando como ejemplo las antiguas estructuras, en realidad nos propusimos reproducirla, la idea de realizar una exposición se convirtió en un proyecto bastante osado al entender que teníamos a la mano valiosos objetos. Al rato nos ofrecieron regalar las puertas originales, muebles, aparejos y más fotografías.
La estructura a construir seria de adobe respetando la técnica original y conseguimos que la familia del Sr. Palacios, nos donaran una buena cantidad de adobes procedentes de las derruidas estructuras, además del permiso de tomar todo lo que fuera útil para el propósito del proyecto, entendiendo que el lugar tenía los días contados nos propusimos dos cosas:
Recuperar objetos y material existente de carácter histórico.
Elaborar un expediente para que el Ministerio de Cultura declare todo el ámbito de El Pueblito como espacios histórico.
El primer proceso fue sencillo y apasionante, el segundo se resume con una extensa respuesta donde el ministerio niega la posibilidad de tal reconocimiento, por no encontrarle el carácter monumental histórico al lugar. Es absurdo creer que el sentimiento de valor e importancia de un espacio deba medirse por sus cualidades tangibles.
Al haras volvimos en varias oportunidades, la Sra. Salome, nos ayudó mucho en ese propósito y cada vez era inolvidable recuperar reliquias de rincones donde el tiempo escondía valiosos objetos y documentos. Personalmente me sentía formar parte de un capítulo de la serie buscadores de tesoros.
Recuerdo que uno de los cuartos para caballos lucía un hermoso techo de caña brava perfectamente ordenada. Situado en una esquina una pila de cajas cubiertas por excremento de palomas, al retirarlas y abrirlas nos topamos con libros, documentos fotos, ropa de la época. Hacia otro lado objetos diversos como aparejos para caballos, herramientas y libros contables que son una joya para cualquier investigador.
Estructuras de adobe derruidas y tramado de carrizo de la techumbre de los boxes
Todo ello, es suficiente para realizar diversos estudios, tan solo su inventario demoraría varias semanas, lo que existe en el centro de interpretación, que fue inaugurado un 29 de noviembre de 2014, es solo una parte de lo que veníamos restaurando y que será estudiado como parte del proyecto Haciendas que hemos lanzado hace un año.
Valiosa documentación recuperada Foto: Instituto Cultural Ruricancho
Ahora no entendemos como la desidia de una gestión municipal metropolitana, deja en total abandono un espacio que forma parte de las demanda de visitas educativas y culturales en nuestro distrito, un espacio de los pocos que tenemos donde se rinde homenaje a nuestros trabajadores del campo y a la hípica nacional. Sencillamente, lo último que deberíamos contar del proyecto Haras Lurigancho es que permitimos que la ignorancia de funcionarios terminara por cerrar dramáticamente el capítulo de una hermosa historia.
Replica del Haras Lurigancho concluida en el año 2014. Foto: Instituto Cultural Ruricancho
Deseo concluir reconociendo a todo el equipo del Instituto Cultural Ruricancho que estuvo empeñado en el proyecto, a Javier Rojas Neri, especialista en conservación y responsable de la construcción en adobe, a los directivos de SERPAR (anterior gestión) por darnos la confianza de realizar el proyecto.
El antes y el después del tratamiento de algunos objetos recuperados del Haras Lurigancho. Foto: Insituto Cultural Ruricancho
Fotos: Instituto Cultural Ruricancho – Escrito: Por Julio Abanto Llaque, Titulo: Construyendo Memoria Histórica: El adios del Haras Lurigancho, 2018
En tiempos donde la violencia urbana es una constante, nos es difícil creer que hace más de un siglo, en este mismo suelo ya existía un pequeño grupo de vigilantes encargados de velar por la justicia y la seguridad de la población. En éste caso la lucha diaria, no era con los asaltantes, pandilleros o secuestradores que hoy nos obligan a cerrar nuestras calles con gruesa rejas, levantar casetas de vigilancia e implantar un sistema de seguridad ciudadana1; este pequeño grupo de gendarmes, combatía a los bandoleros de caminos y abigeos, aquí su historia.
Algunos escritos antiguos nos detallan que durante el siglo XVII, el Conde de Lurigancho había armado un pequeño ejército al cual denominó “Los Pregoneros de Lurigancho”, la formada milicia destacaba de otras por lucir hermosos uniformes, sin embargo son otros personajes: “los serenos”, quienes velaban por el buen descanso y seguridad de los ciudadanos de una Lima que lucia amurallada.
«El coronel de milicia de Lurigancho en el paseo» acuarela de Pancho Fierro
Antes de la presencia de una policía definida, era el ejército a quien se confiaba de velar por la seguridad en las zonas rurales. Lurigancho por su proximidad al palenque de Huachipa y por la presencia de caminos que unían Lima con el interior del país era un lugar de ocasionales asaltos y robos. Por otro lado, grupos de montoneros asediaban duros golpes al ejército realista y ocasionaban maltratos en los huertos y chacras de las haciendas de Lurigancho. Pancho Fierro, extraordinario pintor costumbrista, de a mediados del siglo XIX, nos ha dejado una curiosa estampa donde se ve y se lee: “El Coronel de milicia de Lurigancho en el paseo”, en la acuarela se aprecia la manera como un oficial a caballo solía pasear acompañado del personal de su tropa, quienes para protegerlo del duro calor mantienen en sus manos una enorme sombrilla y un abanico multicolor.
La primera fuerza policial formada es gracias al libertador Simón Bolívar quien en 1825 creó la Guardia Nacional, tiempo después reaparecen los Serenos como cuerpo de vigilancia. Agustín Gamarra realizó en 1839 la primera reorganización del cuerpo de serenos y vigilantes, La Guardia Nacional entró nuevamente en la historia en 1845 gracias al Mariscal Ramón Castilla (2).
La gendarmería en Lima fue creada en 1852 por orden de Gral. José Rufino Echenique, como una fuerza policial armada tanto de infantería como de caballería a cargo de oficiales del ejército.
Para darnos una idea de lo peligroso que eran algunos de los caminos que conducían a Lima podemos mencionar que para el 02 de julio de 1863, la intendencia de la policía de Lima, hace públicas sus instrucciones a las fuerzas rurales de la capital mediante la siguiente resolución: “después de la primera ronda se situaran las partidas en los cruceros de los caminos en donde regularmente acuden los pasajeros y existiendo el riesgo de ser asaltados, debiendo verificarlo: la del valle de Ate, en la Cruz de Hierbateros; la de Miraflores, en Balconcillo; la de la Magdalena, en Los Tres Puentes; la De La Legua, en el Tambo; la de Carabayllo, en Repartición; la de Lurigancho, en Flores; y la de Lurín en el puente de San Pedro”.
Una hermosa fotografía de un gendarme de caballería de inicios del siglo XX se conserva como reliquia en el álbum de la familia Valdivia Zárate, residentes del pueblito de Lurigancho, la imagen corresponde a Clemente Valdivia, Sargento Primero de la Gendarmería de Lurigancho. Cabe precisar, según nos relatan los antiguos moradores, que el local de la policía rural se encontraba a un costado de la actual capilla San Juan Bautista. Este puesto policial que contaba con su caballeriza, duraría hasta los inicios de la “década del 40”, siendo una de las pocas estructuras que quedarían en pie después del terremoto de esa década. A los gendarmes, la gente de campo les solía denominar “los guayruros”, en burla por el color rojo del uniforme y el negro de las polainas.
Fotografía de un gendarme de Lurigancho inicios del siglo XX
El año de 1922, el presidente Augusto B. Leguía reemplazó la Gendarmería del Perú por la “Guardia Republicana”. Así mismo, creó el “Cuerpo de Investigación y Vigilancia”, la cual tiempo después se constituiría en la reconocida “Policía de Investigaciones del Perú” (PIP).
A mediados del siglo XX, se dispone de un nuevo local, que se sitúa en la propiedad del fundo Zárate, propiedad de la familia Solari Braunsberger, puesto que perduró hasta fines de la década de 1960. Nuevamente tenemos en el archivo del pueblito de Lurigancho, otra fotografía donde se aprecia a dos policías de la nueva Guardia Civil posando con algunos vecinos. Los guardias Pinto y Chávez, como los recuerdan los pobladores mayores, solían hacer su ronda muy temprano para llevar nuevamente a la escuela a los niños que preferían el paseo a las clases diarias, sin lugar a duda hay cosas que no cambian. Observe usted los vistosos uniformes con clásicos pantalones anchos de campaña.
Si bien la vida rural en Lurigancho era tranquila, según nos comenta el Sr. Manuel Antonio Sanchez Rosell (74 años): “Solíamos caminar muchas veces desde Acho, a si sea de noche y no te pasaba nada, te ibas a jugar fulbito a la hacienda Pedreros o Nievería (Huachipa) y pasabas por Campoy, donde todo era puquial y cañaveral y no te pasaba nada”. Todo parece cambiar cuando empezaron a surgir las barriadas a la periferia de Lima y algunos mal habituados vecinos de Cantagallo decidían cruzar el río y “pasear” por estas tierras.
De estos tiempos, existieron personajes culpables de robos a los ranchos y huertos de lugareños, uno inmortalizado por el mismo Enrique Solari en uno de sus cuentos, es el “Tigre”, apodado así por los malabáricos saltos que daba al incursionar y escapar de sus captores. Otros no menos famosos son el “Negro Cañón”, recordado por ser muy negro y tener la cara de “gorila” que daba mucho espanto, según lo recuerda la Sra. Gladis Lino Colán y finalmente, no menos celebre “Matasiete”, razones sobran para entender su apodo.
En la actualidad en el distrito se ubican nueve comisarías, siendo la más antigua la de Zárate cuyo actual local fue inaugurado el 14 de febrero de 1976, en aquel entonces alcalde del distrito fue el Dr. Crisólogo Linares Gonzáles. La policía además presta atención en el cuidado de los dos centros penitenciarios e implementan una subregión de emergencia 105.
Nuestra actual fuerza policial, Policía Nacional del Perú, es la fusión de tres ramas policiales: la Guardia Republicana, la Guardia Civil y la Policía de Investigaciones del Perú, las cuales fueron unificadas en 1988 y cumplieron una importante labor social y de seguridad. Con el incremento de la inseguridad y la delincuencia, el Ministerio del Interior viene aplicando una estrategia multisectorial denominada Barrio Seguro, en nuestro distrito, un sector de Huascar forma parte de uno de los barrios focalizados para este tipo de intervención. Si desea saber mas sobre la historia de nuestra Policía Nacional visite su museo que se sitúa en jirón Huanta Nº 116, Plaza Italia, Barrios Altos.
1 El Comité Distrital de Seguridad Ciudadano de SJL (CODISEC), tiene un plan estratégico que contempla articular esfuerzos desde la ciudadanía y sus instituciones parar el desarrollo de planes, programas y normatividad que disminuyan el riesgo social y diversas formas de violencia que afecten la calidad de vida y el desarrollo local.
2 Si le interesa el tema puede consultar las siguientes páginas: www.pnp.gob.pe. www.guardiarepublicana.com
Extraído de Ruricancho Milenario: http://ruricanchomilenario.blogspot.com/ Autor: Julio Abanto Llaque del Instituto Cultural Ruricancho
El Ministerio de Cultura viene trabajando en la construcción de un cerco perimétrico en el sitio arqueológico Santa Rosa de El Sauce equivalente a 350 mil soles.
Tras los hallazgos encontrados por la empresa de gas Cálidda en está zona y varios años de abandono el sitio arqueológico tendrá protección física para conservar el área que fuera un gran asentamiento de la época Inca.
El Instituto Cultural Ruricancho indicó que el plan de monitoreo arqueológico está a cargo de la licenciada María Leyva e invitó al arqueólogo a Julio Abanto a visitar la obra y compartir información que se oriente a la conservación del lugar.
El próximo miércoles 25 de noviembre se realizará un webinar sobre una antigua pobladora del Valle de Lurigancho, que es organizado por la empresa de gas Cálidda.
En este seminario virtual se conocerá más sobre la época del imperio incaico en la quebrada Canto Grande, entre los panelistas se encuentran los arqueológos: Cecilia Camargo, Pablo Aparicio y Julio Abanto.
El webinar iniciará a las 5:00 p.m. por vía facebook live de Cálidda.
El antropólogo Wilmer Mejía, del Instituto Cultural Ruricancho, nos precisa sobre está interrogante y realiza un video sobre si San Juan de Lurigancho es el más poblado o más grande.
Pero así mismo nos indica de algunas atribuciones y características de este distrito limeño ubicado en la Quebrada Canto Grande
En conmemoración a los 50 años de aniversario de la capilla «Señor del Penal», el arqueólogo Julio Abanto ofrece una reseña histórica de ese espacio.
La historia inicia con diversos datos y un ellos narra el hallazgo de un muro de concreto abandonado en la zona y donde una de sus caras muestra la escena de un Cristo que será crucificado, donde luego se construyendo el vídeo..
En el vídeo también se puede apreciar fotografías de la época y algunos medios de comunicación que cubrieron el hecho.