Álex González ataca a Maldonado llamándolo «guaripolera»

La tensión política en San Juan de Lurigancho (SJL) se viene intensificando tras las recientes declaraciones del líder del Partido Demócrata Verde y exalcalde del distrito, Álex González, quien utilizó sus redes sociales para lanzar duras críticas tanto a su sucesor, Jesús Maldonado, como al gobierno central.

En un explosivo comunicado, González no dudó en arremeter directamente contra el actual burgomaestre de SJL, Jesús Maldonado, al calificarlo con el término despectivo de «guaripolera». Este epíteto, que en el argot popular sugiere un rol más decorativo que resolutivo, ha sido interpretado como un intento de menoscabar la autoridad y la capacidad de gestión del actual alcalde, en medio de la grave crisis de inseguridad que vive el país.

La crítica de González se extendió al manejo de la crisis de seguridad. El exalcalde tildó el vigente Estado de Emergencia en el distrito como «tibio», señalando que las medidas implementadas no han logrado frenar la ola de violencia. En su manifestación, González hizo hincapié en la alarmante cantidad de deudos y heridos que se siguen registrando «en estos días» a pesar de la declaratoria, sugiriendo que la respuesta del Estado es insuficiente

Finalmente, el líder del Partido Verde dirigió un contundente mensaje al Presidente de la República. Más allá de la crisis distrital, González lo instó a «ponerse a trabajar» y a «dejar de fintear» para garantizar que se realicen elecciones transparentes.

Lucha contra la impunidad: Alcalde de SJL respalda a José Jerí, pero la justicia por «Truko» demanda esclarecimiento

El alcalde de San Juan de Lurigancho (SJL), Jesús Maldonado, ha expresado un firme respaldo al accionar y la disposición al diálogo del presidente de transición, José Jerí, tras una reunión clave enfocada en diseñar estrategias conjuntas para combatir la ola criminal en Lima. Maldonado destacó la apertura del mandatario, señalando que observa a un jefe de Estado con las «puertas abiertas» y sin reticencias frente a las manifestaciones ciudadanas, una cualidad esencial para desarticular la impunidad en los altos niveles de gobierno y restablecer la confianza en el diálogo político.

En este contexto de búsqueda de soluciones a la criminalidad, el burgomaestre de SJL enfatizó la calidad comunicativa y el liderazgo proactivo de Jerí. «Tenemos un presidente que sabe explicar las cosas, que se comunica con los ciudadanos y recibe a la prensa», afirmó Maldonado, validando un estilo que prioriza la transparencia. En esa línea, el burgomaestre subrayó que el liderazgo que imprima Jerí en la lucha contra la delincuencia marcará la diferencia con otros gobiernos. Indicó que una de las acciones más positivas fue la convocatoria de instituciones clave: «Una de las cosas positivas que hizo fue convocar al Ministerio Público, si el presidente continúa con ese liderazgo y articulando con las instituciones se puede dar resultados significativos», dijo. Este aval subraya la necesidad de coordinación interinstitucional para evitar la impunidad en la justicia y la seguridad.

No obstante, la validación del accionar presidencial se inserta en un clima de profunda consternación social. La muerte del manifestante Eduardo Mauricio Ruiz Saénz (32), conocido en la comunidad hip hop como «Truko», durante las recientes protestas en Lima, ha puesto a prueba la capacidad del Estado para garantizar los derechos fundamentales y asegurar la justicia. Su fallecimiento, confirmado por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) y la Defensoría del Pueblo, exige una respuesta estatal que vaya más allá de la lamentación, demostrando que la lucha contra la impunidad también aplica a los hechos ocurridos en la calle.

Mientras el alcalde de San Juan de Lurigancho aplaude la disposición política y la articulación institucional de José Jerí en materia de seguridad ciudadana, este respaldo se vuelve éticamente problemático al silenciar o minimizar la grave cuestión de la letalidad en el contexto de las protestas. Al avalar la comunicación presidencial sin exigir firmemente que las investigaciones por la muerte de «Truko» determinen la responsabilidad política o directa del Estado, el alcalde corre el riesgo de ser percibido no solo como un colaborador, sino como un cómplice tácito de la impunidad.

San Juan de Lurigancho: La Cultura en la última fila de la gestión municipal

En una preocupante muestra de desinterés por el desarrollo social, la Municipalidad Distrital de San Juan de Lurigancho, bajo la gestión del alcalde Jesús Maldonado, ha mantenido en un nivel nulo el presupuesto destinado a la promoción e incentivo de la cultura durante los años 2024 y 2025. Una decisión que condena a miles de niños y adolescentes, en el distrito más poblado de Lima, a un futuro sin acceso a espacios de formación artística y crítica.

Según los datos oficiales del portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas, no se ha asignado ni un sol a la actividad cultural en el distrito. Esta omisión, que se extiende por dos años consecutivos, no es un simple descuido, sino una clara señal de que la cultura no es, y no ha sido, una prioridad para esta administración.

La realidad cultural del distrito es desoladora y refleja esta falta de inversión. San Juan de Lurigancho, un distrito con una población que supera el millón de habitantes, apenas cuenta con una biblioteca pública cuyo aforo no excede las 20 personas, un espacio insignificante para la demanda existente. A esto se suma un teatro que languidece sin una agenda cultural definida, sirviendo como un mero edificio sin vida.

Las actividades que sí se realizan, a cargo de la subgerencia de cultura, son esporádicas y carecen de un objetivo claro que vaya más allá del mero entretenimiento. No hay una visión de desarrollo humano, no se promueven las artes, ni se fomenta el pensamiento crítico, aspectos fundamentales para la formación de ciudadanos integrales. En lugar de ser un motor de cambio y desarrollo, la cultura se ha convertido en una nota a pie de página, una actividad residual que se ignora en la planificación y el presupuesto municipal.

Esta negligencia no solo es un error de gestión, sino un atentado directo contra el potencial de la juventud de San Juan de Lurigancho. Dejar a la cultura en el abandono es negarles herramientas para la creatividad, la expresión y la construcción de una identidad colectiva. La pregunta que queda en el aire es: ¿Qué visión de futuro tiene esta gestión municipal para los jóvenes de San Juan de Lurigancho, si el arte y la educación no forman parte de ella?