La Municipalidad Distrital de San Juan de Lurigancho (SJL), bajo la gestión del alcalde Jesús Maldonado Amao, ha publicado el cuento infantil «Juan y el superalimento». Si bien la iniciativa busca promover la la alimentación saludable, la publicación, con un tiraje de 1000 ejemplares, ha levantado interrogantes sobre su proceso de distribución y el costo de producción.
Según la información que figura en el colofón del libro, la primera edición se realizó en enero de 2025. El cuento fue escrito e ilustrado por Daniel Maguiña Contreras y editado por Elías Casasola Palomino. La impresión estuvo a cargo de Coelho Impresiones y Publicidad SAC.

¿Dónde están los 1000 ejemplares?
El dato que más llama la atención es el tiraje: 1000 ejemplares. Sin embargo, a más de diez meses de su supuesta publicación, no existe información clara sobre cómo se están distribuyendo o si ya han llegado a las instituciones educativas y bibliotecas del distrito, que serían los destinos lógicos para un material de esta naturaleza.
¿Se está vendiendo? ¿Se está regalando? ¿Ha llegado a las escuelas?», son las preguntas que quedan en el aire. La publicación de un libro financiado con fondos municipales debe estar acompañada de un plan de difusión que garantice que el material llegue al público objetivo, especialmente a los niños y niñas de SJL.
Prohibida su reproducción, pero limitada su difusión
La nota también resalta la prohibición estricta de reproducción total o parcial del libro, tal como se indica en el documento legal. Esta cláusula contrasta con la aparente limitación en la difusión, sugiriendo una gestión poco efectiva de un recurso educativo valioso para la comunidad.
Se espera que el Alcalde, la Gerencia de Desarrollo Humano, la Subgerencia de Bienestar Social y Salud, o la Subgerencia de Educación, Cultura y Deportes—todas mencionadas en el colofón—ofrezcan una explicación detallada sobre el plan de distribución y el gasto incurrido en la impresión de estos 1000 ejemplares de «Juan y el superalimento».

A pesar del éxito en la presentación y la facilidad de descarga digital, la Municipalidad de SJL aún tiene pendiente la tarea de justificar la distribución física de «Juan y el superalimento». La opacidad en torno a dónde fueron a parar los 1000 ejemplares impresos —y si llegaron efectivamente a las manos de los niños y madres que más lo necesitan— sigue siendo la principal piedra de toque de este proyecto editorial.
