Tengo pendiente escribir sobre nuestro entrañable parque zonal, en realidad tenía todo preparado para un libro, pero un accidente me hizo perder lo avanzado, en esta ocasión me animo a dar algunos detalles de su proceso histórico por la tan voceada mega obra de la nueva gestión de Lima.
El parque zonal Huiracocha (PZH) desde su lejana creación en 1970, se ha convertido en un lugar especial de recuerdos de infancia y fines de semana familiar de los primeros vecinos que ocupan las urbanizaciones que aparecen en nuestro distrito. Situado entre los terrenos de las ex haciendas Flores y Azcarrunz, sus casi treinta hectáreas lo convierten en el espacio públicos más emblemático de nuestro distrito.
En los ochenta una gran parte de su terreno se convirtió en un enorme relleno sanitario y en un botadero de desmontes, en el lugar sucedieron muchos robos y el triste asesinato del dirigente minero Saul Cantoral. En los noventa, una parte de las instalaciones funciona como vivero y se proyecta la construcción de un pequeño complejo de piscina y a fines de la década se da la construcción del Módulo Siglo XXI.
El nuevo milenio, no empieza nada bien para nuestro parque ya que, la municipalidad de San Juan de Lurigancho (gestión de Ricardo Chiroque) ocupa de forma ilegal arrebatando la administración de SERPAR y ejerciendo una falsa propiedad incluyendo el cambio de nombre por el de “Ciudad de Los Niños”. En realidad, lo que se logró fue convertir el espacio en el más grande chichodrono de Lima. El año 2006, la gestión de Mauricio Rabanal construye el primer Skatepark de San Juan de Lurigancho. Sin embargo, por el poco presupuesto y conocimiento en este tipo de estructuras a los ingenieros no se les ocurrió mejor idea que copiar uno existente en California, el “Larry Guidi Skatepark”, además de tremenda improvisación sólo construyeron la mitad del diseño. El año 2009, después de un largo proceso legal Carlos Burgos hace la entrega formal a la Municipalidad de Lima y desde entonces Castañeda proyectó reformar y repotenciar varios parques en Lima e instala el conocido Hospital de la Solidaridad.EL año 2011, formalmente tenemos un nuevo parque, que incluye entre sus atractivos una extensión mayor de área verde, un complejo de piscina con la piscina recreativa más grande de Lima, un circuito de laguna con botes y losas deportivas.
Tuve la suerte de administrar el PZH entre marzo del año 2011 a marzo del 2013 y nuestra preocupación principal era generar mayor área verde incrementando un mayor número de árboles, sembramos 2000 plantones de especies nativas en diferentes áreas, brindar calidad en el servicio incluyendo un programa cultural constante y recupera atractivos que no se venían usando garantizando la seguridad de usuario.
Como parte de una política cultural para Lima, iniciamos la construcción de un centro cultural y un gran sueño que se inició con el aporte de varios jóvenes, el circuito BMX, el mejor de nuestra ciudad. Retorne como coordinador general de programas culturales y cerramos el año 2014, dejando un pequeño museo denominado “Haras Lurigancho”, un cactáreo donde coloque una hermosa cruz del camino. La tan criticada gestión de Susana Villaran habilitó todo un complejo deportivo que incluye minigymnasios, losas multiusos y ciclovías.
Los siguientes años, hasta antes de pandemia se encargaron de cerrar servicios disminuyendo la calidad de atención, además de denominarlo Clubes Zonales, se incrementó el costo ingreso. El Informe de la Relatora Especial sobre los derechos culturales (2019) de las Naciones Unidas, definen que los espacios públicos implican un espíritu de servicio público sin otro fin que el de contribuir a la calidad general de la vida urbana. El Estado tiene la responsabilidad principal de garantizar la accesibilidad y la inclusividad de los espacios públicos y las zonas verdes como condición para el disfrute de todos los derechos humanos, incluidos los derechos culturales, y debe respetar los derechos humanos en los lugares públicos. La lectura que tenemos del observatorio Lima Como Vamos da cuenta de la insatisfacción del ciudadano al acceso a la cultura y al goce de espacios públicos en nuestra ciudad.
Finalmente, debo referirme a la obra presentada cuyo costo es de 145 mil soles, en un distrito donde el nivel en inseguridad es el más alto de Lima, cifras que superan los 1000 contagios del virus del Dengue, miles de familias sin acceso al servicio de agua, entre otras tristes realidades, colocar sólo arena en la piscina es una completa burla a los limeños.
Fuente: Facebook Julio Abanto