Arqueólogo de San Juan de Lurigancho es reconocido por el Ministerio de Cultura

El arqueólogo luriganchino, Julio Abanto Llaque, fue reconocido por el Ministerio de Cultura con la distinción de Personalidad Meritoria de la Cultura, por haber desarrollado una labor de protección, defensa, difusión, conservación y salvaguarda del patrimonio cultural de San Juan de Lurigancho.

Este reconocimiento se firmó por el actual ministro de Cultura, Alejandro Salas en la Resolución Ministerial N° 000209-2022-DM/MC, y publicada en el Diario El Peruano en la cuál reconoce los 22 años de experiencia por haber contribuido en la investigación arqueológico desde lo comunitario, permitiendo tener acceso a la información de los antepasados del actual distrito de San Juan de Lurigancho,

Julio Abanto Llaque es presidente y fundador del Instituto Cultural Ruricancho, donde gestiona investigaciones para la salvaguarda y protección de importantes espacios arqueológicos de la ciudad de Lima. Esta institución es pionera en el trabajo multidisciplinario y tiene como finalidad fortalecer la cultura de las localidades.

Asimismo el arqueólogo es autor de varios artículos sobre la arqueología de San Juan de Lurigancho y publicadas en diversas revistas y libros para difundir la historia local, además ha contribuido en la implementación de espacios museográficos y la difusión de la historia local de uno de los distritos más poblados y pluriculturales del país.

Fuente: El Peruano

La Taurina: la antigua plaza de toros de San Juan de Lurigancho

A menudo se tiene muy poca referencia de las antiguas construcciones que existieron en San Juan de Lurigancho en la década de los 80 y/o 90, una de ellas fue La Taurina, espacio ubicado en la Av. Lurigancho, donde se realizaba una serie de presentaciones como las corrida de toros.

Según el arqueólogo Julio Abanto: “La Taurina era uno de los primeros escenarios para actividades relacionadas a las corridas de toros en el distrito de San Juan de Lurigancho, situado a un costado del camino antiguo entre los linderos de la hacienda Flores y Zarate, a un costado de lo que hoy es un supermercado de una marca muy conocida”.

“En el lugar hasta fines de la década del noventa uno podía llegar al lugar para ver una tarde de toros a nivel profesional o bufones que hacían reír al público con personajes que toreaban a jóvenes novillos. También encontrabas eventos folclóricos” señala el arqueológo.

El espacio entro en desuso y con la competencia de otros escenarios hizo que está construcción fuera alquilado a una empresa privada. Cabe resaltar que este sector de San Juan de Lurigancho existe una diversidad de fábricas y se denomina como la zona industrial.

En la actualidad, la inmobiliaria Frontis, se encuentra vendiendo el terreno que tiene más de 10 mil metros cuadrados, ubicado en un zona con alto potencial comercial. Tal como se puede observar en el siguiente video.

Fallece el escultor del Mariategui gigante de San Juan de Lurigancho

Quizás muchos no conozcamos al artista luriganchino Víctor Luján Rodríguez pero si, una de sus obras más emblemáticas en San Juan de Lurigancho: la escultura de José Carlos Mariateguí

Lamentablemente el escultor falleció en la madrugada del martes, así informaron sus familiares, quienes lo estaban velando en su domicilio (calle Los Cipreses 296, urbanización Canto Bello, San Juan de Lurigancho).

El artista Luján Rodríguez se dedicaba hace varias décadas a la docencia y sus obras se encuentran en diversas partes del Perú. Sus trabajos están mayormente ubicados en lugares marginales que no cuentan con gran presencia escultórica.

Además del Mariátegui mencionado, que en los noventa daba la bienvenida a los visitantes al distrito y que en la actualidad se encuentra en el sector del mismo nombre, también se le conoce por su escultural del apostol Santiago en la provincia de Gran Chimú, La Libertad.


Solo para pitucos y otros cuentos de San Juan de Lurigancho

El antropologo luriganchino, Wilmer Mejía Carrión, hace una nueva entrega de cuentos para los vecinos y vecinas de San Juan de Lurigancho denominado con el título “Solo para pitucos y otros cuentos”

En esta obra se muestra una serie de historias de contenido social poético plasmadas de las diversas experiencias surgidas de la reflexión y capturadas en su momento durante el proceso creativo colectivo.

El libro se constituye de 70 páginas divididos y entrelazados en 11 magnificas historias entre ellas: Corazón de Poeta, El número jamás marcado, la chica del cerro, Solo para Pitucos, San Juan de Lurigancho 10000 años a.C. entre otras.

Wilmer Mejía, ha publicado en diversos proyectos literarios e investigación, a nivel nacional e internacional, asimismo es reconocido por su labor realizada en el distrito de San Juan de Lurigancho por brindar conocimientos y experiencias para la protección del patrimonio cultural y natural.

Historia de la gastronomía en San Juan de Lurigancho

Nuestros entrañables vecinos del antiguo pueblito de Lurigancho señalan como plato tradicional a la carapulcra, delicia infaltable en cualquier celebración de esa comunidad, pero además, a esas milagrosas manos morenas debemos acomodar la elaboración de manjares como: la mazamorra, picarones y champús; dulces que todavía se pueden degustar en este costumbrista lugar y, a manera de acompañamiento nocturno para la fiestas de San Juan, “el calentito” (caña aguardiente o pisco, té, canela y limón).

En un distrito donde la migración brinda un aporte cultural constante, es difícil rastrear la originalidad de determinados platos; mucho más en nuestra costa o en un espacio específico donde la exclusividad de un potaje no es la regla. De la población nativa solo nos queda el registro arqueológico para luego encontrar la influencia hispana asentada en estas tierras en lo que fueron haciendas y donde la presencia nativa indígena quedó relegada a pequeños espacios o reducciones como las de Lurigancho.

Vasijas halladas en 1960, fundo Potrero Tenorio (600 a. C), representan a pescadores (Extraído de Palacios y Guerreo 1991: 95 en: revista Pachacamac)

De hecho, si miramos el pasado desde la arqueología nos sorprendería la cantidad y variedad de productos disponibles para el consumo humano. Teniendo el mar muy cerca y los recursos del valle podríamos sumar aquellos obtenidos en las lomas y los que por trueque viene del interior, desde los Andes. En excavaciones, los arqueólogos han encontrado los restos del consumo y ofrendas de alimentos, lo más espectacular es la representación en cerámica de alguno de ellos. Ya hace más de mil años, las vasijas de Potrero Tenorio, cerca de Zárate, nos muestran pescadores sobre caballitos de totora y escenas de pescadores cargando enormes peces (tiburones). En Mangomarca se han encontrados, además de restos de peces y mariscos, especies vegetales como la achira, yuca, ají, maíz y frutos como la guayaba y el pacay.

Fragmentos de aplicaciones de cerámica representando maíz y calabaza, provenientes del sitio El Sauce, época Inca  (Foto: Julio Abanto)

La historia continúa y, durante la colonia, los esclavos procedentes de África incorporan valiosos aportes a la culinaria local y, en tiempos más recientes, la presencia de chinos, japoneses, italianos, enriquece la gastronomía. Ese es el panorama de influencias externas, para luego dar paso a la enorme oleada humana que lo ha configurado en lo que hoy es uno de los distritos más pluriculturales de Lima.

En ese contexto, ubicar un plato tradicional es una tarea difícil. Entonces, es la innovación y el emprendimiento, el pretexto para que en los últimos años la dinámica y visión de algunos empresarios haya motivado el surgimiento y desplazamiento de importantes restaurantes, picanterías, pollerías, chifas, dulcerías hacia este punto de la capital. Además están los llamados platos al paso, esos que se encuentran en cada esquina desde puestos de caldo de gallina, humeantes choncholíes y anticuchos.

Dos platos alucinantes de restaurantes luriganchinos, el primero “ceviche de pato con fréjoles” (Kusay) y “arcoiris” (Ollita de Candela) – (Fotos Julio Abanto)

Lo tradicional de nuestras provincias no queda de lado; es común ver puestos de comida que se disponen en los exteriores de locales provinciales, conocidos son los potajes cusqueños que se exhiben los domingos a un costado del parque Huiracocha y panes con lechón en las primeras cuadras de la Av. Pirámide del Sol, en Zárate. Acá debemos mencionar la idea de mostrar al Anexo 22 de Jicamarca como la tierra de los ricos chicharrones y la pachamanca.

Y como de innovación se trata, motivamos como idea crear platos que muestren a San Juan de Lurigancho como un distrito diverso, lleno de colores, sabores y agradables olores, esos detalles de hacen de nuestros vecinos un orgullo y embajadores de la identidad peruana.

Foto principal: Restos de maíz prehispánico sobre un plato de mate hallado en Campoy realizado por Julio Abanto

Este artículo es de Julio Abanto, extraído del blog: ruricanchomilenario.blogspot.com con el título “antecedentes de la gastronomía en San Juan de Lurigancho”

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Libro: San Juan de Lurigancho – Historia y Presencia

Apuntes históricos sobre el bosque de Caja de Agua

El Instituto Cultural Ruricancho publico un video sobre la importancia y la problemática sobre el bosque de Caja de Agua.

El arqueólogo Julio Abanto, mediante el programa “Te paso el dato”, indicó varios sucesos importantes sobre la aparecieron del bosque de Caja de Agua, las actividades que se realizaban y que uso podría darse

El bosque de Caja de Agua situado en San Juan de Lurigancho sufre la amenaza de desaparecer para construir viviendas en su interior.

Vídeo: Julio Abanto

El bosque de Caja de Agua: un pulmón verde de SJL

La organización de estudiantes y ex-alumnos Forestales de la UNALM – CICAF dedicados a la investigación en manejo forestal, conservación y áreas verdes realizaron una descripción sobre la importancia del bosque de Caja de agua que se presenta a continuación:

“Hace más de 60 años, fue creado el Bosque de SJL, como iniciativa del Programa de Reforestación de la Cuenca del Río Rímac. Desde entonces, ha estado administrado por el Ministerio de Vivienda. Presenta una superficie de más de 20 000 m2, conformado por diversos árboles de porte alto, el cual refugia a diversas aves. Es importante para la captura de gases contaminantes como el CO2, polvos, partículas nocivas, así como de la emisiones generadas por el transporte. Por tanto, este bosque constituye un “Pulmón verde”, que nos permite respirar una mejor calidad del aire . ¿Qué sucede si se vulnera este espacio verde?”

Asimismo el libro “San Juan de Lurigancho Historia y Presencia“, publicado en el 2018, en el artículo “El bosque de Caja de agua: Potencialidades para el uso social de un núcleo producción” se plantea darle un uso social de valoración ambiental al bosque de Caja de Agua, con un sentido identitario que el antiguo bosque despertaba entre los pobladores

Imagen extraida del facebook Museo virtual de las artes y la cultura de San Juan de Lurigancho – MUVI

Cinco mitos sobre San Juan de Lurigancho

Los investigadores del Instituto Cultural Ruricancho presentaron los cinco mitos sobre San Juan de Lurigancho.

Sobre su nombre, su geografía, sobre su denominación del más grande del Perú. Eso lo veremos en este vídeo realizado por esta institución.

La exposición del antropólogo Wilmer Mejía nos ayuda a desmitificar o clarar ciertos mitos.

Video: Instituto Cultural Ruricancho

Presentan museo virtual de las artes y la cultura de SJL

Hoy 13 de enero, en el aniversario de San Juan de Lurigancho, el Instituto Cultural Ruricancho presentará el proyecto Museo Virtual de la Artes y la Cultura.

El MUVI será un museo en formato digital, que reunirá 5 mil años de historia, arte, y vida cotidiana del distrito de San Juan de Lurigancho, que nace con el objetivo de convertirse en un epicentro de identidad.

La presentación será a las 7:00 p.m. y se transmitirá vía facebook live de MUVI – SJL

Este evento dará alcances sobre el proyecto que fue acreedor a los estímulos económicos de Cultura 2020

Un antiguo criadero de caballos de carrera en San Juan de Lurigancho

De forma muy sencilla, se puede decir que la memoria nos permite mantener en vida aspectos importantes de los que somos como pueblo, no se puede concebir la forma bruta que tenemos para desprendernos de lugares y espacios que forman parte de nuestra historia, ver la irremediable pérdida del paisaje urbano de nuestro evocado pueblito de Lurigancho es un ejemplo claro de cómo se deja pasar la responsabilidad de mantener intangible ese aspecto físico de nuestra herencia.

Perdemos la oportunidad de lanzar nuestro centro histórico como punto turístico, como foco de la cultura luriganchina y resistencia de nuestra identidad. Duele ver como el cemento y obras modernas trastocan su esencia, acá sencillamente a ninguna de nuestras brillantes autoridades se les ocurre asumir esa responsabilidad. El impacto que bien para el lugar sin duda es fulminante, poco queda de los componentes que le daban valor.

Maquinaria se encarga de cubrir con cemento lo que fue el Haras Lurigancho

Haras Lurigancho, es uno de los proyectos más alucinantes en los que me he involucrado, su concepción es muy compleja y con muchos detalles como para contarlo de manera breve, pero en resumen podría decir que surge por la necesidad colectiva de rescatar una historia fascinante de un espacio, de referenciar logros y recuerdos personales de una comunidad oriunda del distrito. Una historia que se perdería con la partida de sus verdaderos protagonistas.

La primera referencia al Haras se encuentran en el libro de Roberto Revoredo (2006): “El Pueblito, un débil corazón que late en San Juan de Lurigancho”  y como se sabe con ese nombre de denomina a una empresa dedicada a la crianza y entrenamiento de caballo de carrera. Los propietarios fueron Dn. Francisco Palacios, hacendado de Azcarrunz y Justiniano Llosa, su socio y amigo.

Don Juan Taranco Alegre, segundo capataz de Haras, 1965. Foto: Instituto Cultural Ruricancho

La empresa se mantuvo vigente hasta inicios de los ochenta y durante su historia de casi cincuenta años dejo varias glorias para la hípica nacional. Situado a un costado del pueblito de Lurigancho, a la fecha no queda nada de las instalaciones que hasta hace algunos años se encontraban ya casi en ruinas. Cajas y reliquias amontonadas en los boxes, donde antes descansaban los caballos quizás son la parte más fascinante de esta historia.

Recopilación de información por las investigadores del Instituto Cultural Ruricancho

A inicios del año 2014, nuestras entrañables vecinas de El Pueblito nos plantean la idea de realizar una exposición sobre la historia del haras, evento que proyectamos realizar e la galería Florentino Jiménez del Centro Cultural del Parque Zonal Huiracocha. Contando con una bonita historia, el registro fotográfico de la familia Taranco Paredes y algunos objetos históricos, iniciamos la propuesta. Ese mismo año llegarían caballos para el servicio de paseo del referido parque, rápidamente fue un éxito recreativo y era necesario habilitar un espacio para el descanso de los animales.

Así se propuso diseñar las caballerizas tomando como ejemplo las antiguas estructuras, en realidad nos propusimos reproducirla, la idea de realizar una exposición se convirtió en un proyecto bastante osado al entender que teníamos a la mano valiosos objetos. Al rato nos ofrecieron regalar las puertas originales, muebles, aparejos y más fotografías.

La estructura a construir seria de adobe respetando la técnica original y conseguimos que la familia del Sr. Palacios, nos donaran una buena cantidad de adobes procedentes de las derruidas estructuras, además del permiso de tomar todo lo que fuera útil para el propósito del proyecto, entendiendo que el lugar tenía los días contados nos propusimos dos cosas:

  1. Recuperar objetos y material existente de carácter histórico. 
  2. Elaborar un expediente para que el Ministerio de Cultura declare todo el ámbito de El Pueblito como espacios histórico.

El primer proceso fue sencillo y apasionante, el segundo se resume con una extensa respuesta donde el ministerio niega la posibilidad de tal reconocimiento, por no encontrarle el carácter monumental histórico al lugar. Es absurdo creer que el sentimiento de valor e importancia de un espacio deba medirse por sus cualidades tangibles.

Al haras volvimos en varias oportunidades, la Sra. Salome, nos ayudó mucho en ese propósito y cada vez era inolvidable recuperar reliquias de rincones donde el tiempo escondía valiosos objetos y documentos. Personalmente me sentía formar parte de un capítulo de la serie buscadores de tesoros.

Recuerdo que uno de los cuartos para caballos lucía un hermoso techo de caña brava perfectamente ordenada. Situado en una esquina una pila de cajas cubiertas por excremento de palomas, al retirarlas y abrirlas nos topamos con libros, documentos fotos, ropa de la época. Hacia otro lado objetos diversos como aparejos para caballos, herramientas y libros contables que son una joya para cualquier investigador.

Todo ello, es suficiente para realizar diversos estudios, tan solo su inventario demoraría varias semanas, lo que existe en el centro de interpretación, que fue inaugurado un 29 de noviembre de 2014, es solo una parte de lo que veníamos restaurando y que será estudiado como parte del proyecto Haciendas que hemos lanzado hace un año.

Valiosa documentación recuperada Foto: Instituto Cultural Ruricancho

Ahora no entendemos como la desidia de una gestión municipal metropolitana, deja en total abandono un espacio que forma parte de las demanda de visitas educativas y culturales en nuestro distrito, un espacio de los pocos que tenemos donde se rinde homenaje a nuestros trabajadores del campo y a la hípica nacional. Sencillamente, lo último que deberíamos contar del proyecto Haras Lurigancho es que permitimos que la ignorancia de funcionarios terminara por cerrar dramáticamente el capítulo de una hermosa historia.

Replica del Haras Lurigancho concluida en el año 2014. Foto: Instituto Cultural Ruricancho

Deseo concluir reconociendo a todo el equipo del Instituto Cultural Ruricancho que estuvo empeñado en el proyecto, a  Javier Rojas Neri, especialista en conservación y responsable de la construcción en adobe, a los directivos de SERPAR (anterior gestión) por darnos la confianza de realizar el proyecto.

El antes y el después del tratamiento de algunos objetos recuperados del Haras Lurigancho. Foto: Insituto Cultural Ruricancho

Fotos: Instituto Cultural Ruricancho – Escrito: Por Julio Abanto Llaque, Titulo: Construyendo Memoria Histórica: El adios del Haras Lurigancho, 2018

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